Finalmente se confirmó lo que había adelantado el líder del PVEM en la Cámara de Diputados sobre que las bancadas de la 4T ya estaban “en 99.9%” de obtener a los tres senadores de la oposición que le permitieran a Morena y sus aliados obtener la mayoría calificada en el Senado de la República.
Los dos “Judas” y chapulines que saltaron al bloque oficialista sí fueron los dos perredistas que ya estaban más que apalabrados y convencidos cuando acudieron el lunes a registrarse al recinto senatorial y se rehusaron a contestar las preguntas de la periodista Leticia Robles que los cuestionaba sobre si se venderían al grupo morenista.
Y qué paradoja que fue el mismo Adán Augusto, que en la víspera negara tan enfáticamente que ya había una negociación avanzada para comprar a los opositores, el que ayer terminó presentándolos y ofrendándoselos a la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que les dio personalmente la “bienvenida” a Morena a la michoa-cana, Araceli Saucedo, y al tabasqueño José Sabino Herrero, quienes resultaron más falsos que un billete de 2 mil pesos, porque justo en sus spots de campaña que se difundie-ron en redes sociales, los dos hablan de la importancia de la “congruencia”” y reniegan de los “políticos chapulines”, pero al final terminaron vendiéndose por un plato de lentejas.
Pero aún con sus dos adquisiciones compradas en el tianguis político, el partido gobernante que ya podría te-ner mayoría absoluta numérica con la ausencia de un senador de cualquier partido, no se conforman y van por una tercera senaduría, así en femenino, porque aunque dia-logan con varios legisladores del PRI, el PAN y el PRD, nos dicen que la que más avanzada está y más cerca de saltar también al barco morenista, es una senadora y nada más y nada menos que de Movi-miento Ciudadano.
Fuentes cercanas al futuro coordinador Adán Augusto López nos confirman que hay pláticas “muy adelantadas” con la senadora emecista, Amalia García, experredista y exgobernadora de Zacatecas y quien tuvo en algún tiempo una relación cercana con López Obrador a quien la zacatecana sucedió al frente de la dirigencia nacional del recién extinto PRD.
Las conversaciones de las cúpulas de Morena con Amalia García comenzaron hace un par de semanas y es tan real la posibilidad de que la zacatecana se pase al oficia-lismo, que nos aseguran las fuentes que por eso fue que desde la 4T presionaron y negociaron con los magistrados del Tribunal Electoral del Po-der Judicial de la Federación –los mismos que ratificaron la mayoría absoluta del more-nismo en San Lázaro– tumbarle a Dante Delgado su senaduría plurinominal, para abrirle el paso a Amalia, quien ya estaba en pláticas con el oficialismo.
Pero doña Amalia, que todo indica será la tercera “Judas” y “Chapulina” no es la única a la que buscaron desde la 4T y con quienes dialogan todavía. Se han tenido pláticas con varios senadores del PRI, obviamente con los dos perredistas ya comprados y hasta con al menos dos senadores del PAN que aceptaron escuchar las propuestas y ofertas morenistas.
Por ejemplo, Adán Augusto, quien negocia con Alejandro Moreno para tener el apoyo del PRI a la mayoría oficial, es tan pragmático que también buscó a Manlio Fabio Beltrones, a quien visitó en sus oficinas para tentarlo con la manzana de color guinda.
Hablándole de usted y con su estilo retórico de priista, el tabasqueño invitó a Beltrones a que se uniera a la bancada de Morena, ahora que justamente “Alito” lo expulsó de la bancada tricolor como represalia y censura por criticar su cuestionada e ilegal reelección al frente del viejo partido.
Nos dicen los colaborado-res del exsecretario de Gobernación y frustrada “corcholata” morenista, que Manlio Fabio, también con su conocida cortesía de político priista, le agradeció a Adán su propuesta, que incluía algunos beneficios en comisiones parlamentarias y otras cosas, pero le dijo que él seguiría siendo del PRI porque ese era su ADN político, aun cuando el autoritario y vengativo “Alito” lo expulsara del partido.
Así que, aunque Adán Augusto actuó como la “Chimoltrufia” en el tema de la salida de compras de Morena, que un día dijo que no era cierto y al día siguiente él mismo lo confirmó, lo cierto es que el extitular de Segob está buscando sumar puntos y ganarse la confianza de la Presidenta electa, con la que nunca tuvo una relación muy cercana y menos cuando, como aspirante presidencial morenista en la contienda interna, participó en el golpeteo en contra de la favorita del señor de Palacio.
En tiempos aciagos para la República, la congruencia política es un bien escaso y la moneda de cambio para las ideologías y convicciones siguen siendo los dos pode-rosos caballeros que seducen, enloquecen y envilecen a hombres y mujeres cuando se los ofrecen como recompensa: el poder y el dinero.
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