Aún y cuando su origen no es muy cierto, lo que si es muy claro para todos quienes vivimos en México es el significado de la frase: “Ya chole”.
En nuestro país, “Ya chole” es una expresión lapidaria, definitiva; que usamos cuando queremos dar fin, de manera rotunda, a una discusión que ya nos tiene fastidiados, hartos, molestos. Quiere decir basta, no sigas más, no me interesa en lo absoluto seguir hablando de ese tema, no me importa lo que tengas que decir al respecto.
Y fue precisamente con esa frase lapidaria, para que todas y todos pudiéramos entenderlo con mucha claridad, que hace unos días el Presidente López Obrador quiso dar por concluida la discusión en torno al justo reclamo de un numeroso grupo de mujeres, por la designación de Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de Guerrero, pese a tener cinco denuncias en su contra por violación.
No es la primera vez que el presidente ignora el reclamo de las mujeres, en estos poco más de dos años de administración de la llamada 4T, las razones no han sido menores:
Según organismos internacionales, que contrastan de manera abismal con los “otros datos” del presidente, en nuestro país son asesinadas en promedio diez mujeres por día, poco más de 300 al mes, 3650 al año. El propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló que en 2019, 942 de estos asesinatos fueron clasificados como feminicidios, la cifra más alta en la historia de México, mientras que en 2020 fueron 940, solamente dos menos al récord histórico.
A inicios de 2020 recordamos con profunda tristeza, coraje e indignación los casos de Ingrid Escamilla y la pequeña Fátima, feminicidios que por su particular brutalidad, cimbraron a la sociedad mexicana y fueron el detonante de dos momentos icónicos en la lucha por los derechos de las mujeres; la mega marcha del 8 de marzo, en donde más de 80 mil mujeres salieron a las calles para exigir el fin de la violencia de género, los feminicidios y el sistema patriarcal, y por otro lado, el movimiento #UnDíaSinMujeres, en donde cientos de miles de mujeres hicimos un paro técnico para evidenciar la importancia de nuestro rol en la sociedad, ese día se dejó de asistir a los centros de trabajo, a las escuelas y a las actividades diarias que tenemos, y a quienes se les dificultó hacerse notar de esta manera, portaron alguna prenda morada como símbolo de solidaridad y protesta.
Ante estos movimientos y al ser cuestionado sobre el tema, su respuesta textual presidente fue: “Ah sí, creo que hubo una marcha, ¿verdad?”
Hoy, ante la absoluta indignación de los grupos defensores de los derechos de las mujeres por la postulación de un misógino despreciable como lo es Félix Salgado Macedonio, usted traslada un tema, que es fundamentalmente de defensa de las mujeres, a un tema electoral, y equipara los derechos de las mujeres a no ser violentadas, con los derechos electorales de alguien por “salir bien en las encuestas”. Y ante la insistencia del tema usted lapidariamente nos dice “Ya chole”
Pues con todo el respeto que se merece por su investidura, nosotras también queremos decirle que “Ya chole”:
Ya chole con su desprecio por todas aquellas que pensamos diferente a usted, que no estamos convencidas de los logros de su gobierno y que exigimos resultados, no desprecio a nuestros reclamos. Ya chole con su linchamiento de todos los días a quienes lo cuestionan, a quienes lo critican, a quienes le exigimos los cambios que su gobierno necesita. Ya chole de querer culpar de todas sus fallas a los demás, los neoliberales, la prensa fifí, los conservadores y todos esos molinos de viento que son sus grandes enemigos, no son quienes están tomado las decisiones del México de hoy, es usted y su administración quienes lo están haciendo. Ya chole de su sonrisa burlona de todas las mañanas, ya chole que se burle de nosotras.
Señor Presidente, en verdad: Ya chole.
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