Ciudad de México.- Un hombre con discapacidad visual acusó sufrir discriminación por parte del gerente de un restaurante de la cadena Chili’s en Xalapa, Veracruz, quien le pidió que se retirara del establecimiento, esto debido a que ingresó con un perro guía.

A través de redes sociales Miguel Ángel Hernández compartió un video en el que muestra la llegada del gerente para informarle que su perro guía no podía permanecer al interior del restaurante debido a que forma parte de “sus políticas”.

“Chilis”:
Por este video en el que piden a un hombre con discapacidad visual que se retire de un @CHILISMEXICO en Xalapa, Veracruz, por entrar con su perro guía.
pic.twitter.com/cwEQi3GUiV

— ¿Por qué es Tendencia? (@porktendencia) December 26, 2024

En el videoclip, con una duración de 2:12 minutos, el gerente en turno se acerca hasta la mesa de Miguel, quien además de ir con su perro guía también iba acompañado por otra persona, quien grabó la situación.

“ Mire, aquí no podemos tener ciertas mascotas dentro del establecimiento, me lo dicen mis políticas. Eso es simplemente lo que se está comentando”, dijo el empleado del restaurante. 

Miguel pregunta si al establecer eso las políticas, era necesario que saliera del establecimiento. El gerente en turno señaló que ni mascotas ni perros guía pueden ingresar al lugar.

Al escuchar la situación, una de las comensales que se encontraba a un lado de la mesa de la persona con discapacidad se acercó para señalar que ella no tenía ningún inconveniente con la presencia del perro guía.

“ Joven, nosotros como clientes no tenemos ningún problema con que se quede, ya están entrenados. Por nosotros no hay ningún problema porque si no es discriminación”, expresó la comensal. 

Ante la negativa por parte del gerente para que el perro guía de Miguel Hernández permaneciera en el restaurante, el hombre decidió retirarse del lugar.

Sin embargo, antes de irse, Miguel Hernández le brindó su nombre y celular al responsable del sitio para solicitar una disculpa ante la discriminación sufrida debido a que su perro guía contaba con todos los permisos y entrenamiento necesarios.

“ Espero una explicación y una disculpa. Me retiro y qué pena que me echaron a perder mi comida aquí en Chili´s en Plaza Américas, qué mal”, aseguró el hombre con discapacidad visual.

Por su parte, decenas de usuarios compartieron su apoyo al hombre y aseguraron que la entrada de perros guías a restaurantes no debería ser negada.

“ Qué mal el no saber distinguir entre un perro guía y un perro común, falta de conocimiento por parte del gerente y la empresa”; “No es posible que a estas alturas sigan con esas restricciones para nuestras personas con discapacidad visual”, entre otros.

¿Qué dice la ‘Ley federal del consumidor’ en estos casos?

En redes sociales algunos usuarios aseguraban que el establecimiento tenía su ‘reglamento’ y los comensales tienen que respetarlo, pero esto no aplica en este caso, pues el hombre está protegido por la ley federal del consumidor, por lo que nunca se le debió pedir que se retirara con su perro.

Esto dice el artículo:

El proveedor de bienes, productos o servicios no podrá negarlos o condicionarlos al consumidor por razones de género, nacionalidad, étnicas, preferencia sexual, religiosas o cualquiera otra particularidad.

Los proveedores de bienes y servicios que ofrezcan éstos al público en general, no podrán establecer preferencias o discriminación alguna respecto a los solicitantes del servicio, tales como selección de clientela, condicionamiento del consumo, reserva del derecho de admisión, exclusión a personas con discapacidad y otras prácticas similares, salvo por causas que afecten la seguridad o tranquilidad del establecimiento, de sus clientes o de las personas discapacitadas, o se funden en disposiciones expresas de otros ordenamientos legales.

Dichos proveedores en ningún caso podrán aplicar o cobrar tarifas superiores a las autorizadas o registradas para la clientela en general, ni ofrecer o aplicar descuentos en forma parcial o discriminatoria.

Tampoco podrán aplicar o cobrar cuotas extraordinarias o compensatorias a las personas con discapacidad por sus implementos médicos, ortopédicos, tecnológicos, educativos o deportivos necesarios para su uso personal, incluyéndose el perro guía en el caso de invidentes.