Siempre es mejor aprender en cabeza ajena. Un dicho válido en lo que sea.

Y no se diga cuando se trata de la destrucción que trágicamente sufren nuestras instituciones con los embates de la T de cuarta.

Pasemos pues el último ataque –desmantelar nuestra democracia– por un rasero más que útil. Veámonos en el espejo de un cuate de Andrés Manuel. El espejo de Evo Morales.

El mecanismo “popular” para elegir consejeros y magistrados electorales es un astuto y fatal truco del baúl del populista.

“Lo primero que se me vino a la cabeza con lo que me comentas sobre la propuesta de López Obrador es algo durísimo y terrible que sucedió en Bolivia”. Así comenta la politóloga boliviana María Teresa (Marite) Zegada.

La catedrática de la Universidad Católica Boliviana se refiere a la elección por voto popular (por el pueblo bueno) de los principales magistrados del país, de lo que se conoce allá como el “Órgano Judicial”.

Al mismo lo componen los cuatro tribunales más importantes de Bolivia: Supremo de Justicia, Agroambiental, Constitucional Plurinacional y el Consejo de la Magistratura.

Resulta que en la constitución del 2009 (la que luego sentó bases para la reelección permanente de Evo, te cuento más en un momento) incluyó que los ministros de estas cortes fueran electos por votación popular.

“Antes, estos ministros eran elegidos como en todo el mundo, por los parlamentos. Se cuidaba especialización y capacidad”, explica Marite.

Pero claro, con la excusa de “la democracia” y de evitar la politización, se creó este nuevo método para seleccionar a los 40-50 magistrados más importantes en Bolivia (cada corte tiene 8-10 ministros).

Ya eligieron a los jueces así dos veces, en 2011 y 2017. Y les salió el tiro por la culata.

“Este método ha resultado en más politización. Ha sido más utilizado por el partido dominante para intervenir al Poder Judicial. Porque, ¿quién elige a los candidatos? El partido dominante a través del Legislativo”, explica la académica.

¡Por supuesto! Pensándolo bien, no les salió el tiro por la culata. No, que va. Es precisamente lo que busca el populista. Ese método es un lobo vestido de oveja.

“Imagina Jorge, llega el votante y ve una sábana de fotos de gente que ni conoce. Es común que ganen los votos nulos. Por eso hay magistrados que ganan la elección con 3% de los votos”, concluye Zegada.

Totalmente: esa es la trampa. Ah, pero la receta de López Obrador (y de Evo) no para ahí. Falta el INE. Falta controlar la organización de elecciones.

En Bolivia el método para cooptar fue distinto, pero igual de nefasto. Te cuento.

La reforma constitucional del 2009 incluyó la creación de un cuarto poder en Bolivia: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral.

La peculiaridad de este cuarto poder boliviano es que incluye tanto aspectos de organización como judiciales. En términos mexas, tiene al INE y al Trife en la panza. Funciones clave que terminaron sirviendo al “Órgano Ejecutivo” y que terminaron sirviendo a Evo.

El evento clave que desnudó al cuarto poder fue el referéndum de 2016 que consultaba si Evo podría reelegirse por cuarta vez. Haz de cuenta el de abril 10, pero vinculatorio. Ah, y perdió Evo.

“No acatan el resultado. A tal punto, que el MAS (partido de Morales) apela al Órgano Judicial (a otra autoridad sin relación a lo electoral) y obtienen una sentencia en 2017 a todas luces forzada de que Evo podía participar para respetar sus derechos humanos”, comenta Marite.

Ya sabemos qué pasó después. La elección del 2018 fue una farsa que agotó la paciencia de los bolivianos. Hoy Bolivia busca retomar alguna normalidad democrática. Pero el camino es durísimo. y ahí sigue estando Evo.

No te confundas; AMLO busca –como Evo– darle en la madre a la democracia. Su método será distinto, pero quiere lo mismo.

En el mejor de los casos, busca restaurar al PRI de Echeverría que tanto añora. Pero ojo, en el peor de los casos hay posibilidades más negras.

Hay que vernos en el espejo de Evo para no terminar con el terrorífico reflejo de un país sometido a la voluntad de un autócrata.

En pocas palabras

“En países como Puerto Rico y Cuba, indígenas prefirieron autosuicidarse que ser esclavos de los españoles”.

Evo Morales