Saltillo
Por
Ernesto Acosta
Publicado el lunes, 24 de marzo del 2025 a las 03:10
Saltillo.- “Los sufrimientos y las adversidades son una advertencia para no codiciar las cosas malas”, aseguró.
El tiempo de Cuaresma es propicio para la reflexión y la conversión personal, para desplazar el mal con acciones de bondad y compasión y vencer las tentaciones, como hijos de Dios, aseguró el Obispo Hilario González García.
“ La realidad del mal siempre cuestiona la existencia y la acción de un Dios bueno. Cuando vemos situaciones que percibimos como malas, ya sea la enfermedad, el fracaso, las tragedias naturales o sociales, las personas o grupos perversos, injustos o crueles, podemos pensar en la ausencia de Dios bueno, compasivo y justo”
El reto, indicó, es dar buen testimonio en este tiempo en que prevalecen las malas noticias, porque los males que sufrimos pueden desanimarnos y paralizar nuestro testimonio como hijos de Dios en el mundo, sin embargo, Dios es el primer ofendido y preocupado por el mal en el mundo.
“ El diálogo entre Dios que se hace presente en la zarza ardiendo y Moisés es un signo del compromiso de Dios con su pueblo. Dios ha visto el mal, ha escuchado el clamor de su pueblo y desea descender para liberarlo del mal que sufre para conducirlo a una situación de libertad y bienestar”.
Añadió que el Señor está presente cada día en nuestra vida, no es ajeno al sufrimiento y está comprometido a rescatarnos con su compasión y misericordia.
“ Seamos portadores del buen nombre de Dios, que infunde esperanza en quien se siente afligido por el mal y que alienta la restauración de la dignidad de los que sufren injusticia. En el Evangelio Jesús nos hace entender que los sucesos malos no son castigo de un Dios vengativo, ni ausencia de un Dios bondadoso”.
El mal en el mundo es un desafío para los creyentes, a fin de hacer el bien en medio de lo adverso; es la oportunidad para comprometerse, ayudar a los que sufren, vencer el mal a fuerza del bien y dar buenos frutos a pesar de los malos tiempos
“ San Pablo nos dice que los sufrimientos y las adversidades son una advertencia para no codiciar las cosas malas, para no murmurar contra Dios, para aprender y perseverar en el buen testimonio. Atendamos el llamado a la conversión de Jesús y, con su gracia, demos frutos de compasión y misericordia para rescatar al prójimo que está oprimido por el mal”, finalizó.
Más sobre esta sección Más en ZocaloApp-home2
Hace 3 horas
Hace 4 horas
Hace 9 horas
Hace 11 horas
Hace 16 horas
Hace 16 horas
Hace 16 horas
Hace 16 horas
Hace 22 horas
Hace 22 horas
Hace 23 horas
Hace 1 dia