Generalmente, cuando el precio de una mercancía aumenta la demanda se comporta de manera opuesta, es decir, disminuye. Incluso, de aquí se desprende una de las dos leyes económicas más famosas, la ley de la demanda.
Para continuar, debo de señalar que son “leyes” debido a la afirmación de la existencia de una relación constante entre dos factores, para el caso de la ley de la demanda son el precio y la propia demanda.
La ley de la demanda establece que existe una relación inversa entre el precio y la demanda, es decir, que cuando el precio aumenta la demanda disminuye, y si el precio baja la demanda aumenta. Es decir, que el comprador prefiere, de manera lógica, comprar más a un precio más bajo, y cuando el precio aumenta, quienes compran deciden, valga la redundancia, comprar menos.
La demanda de una mercancía depende de varios factores, no únicamente del precio de la mercancía, sino también de los gustos del comprador, del ingreso, de la existencia de otros bienes y hasta de los gustos.
Existen mercancías, algunos de primera necesidad y otras de lujo, que llegan a comportarse, en ciertos momentos y circunstancias, de manera opuesta a la ley, es decir, que la demanda aumenta cuando el precio aumenta y disminuye cuando el precio baja. A estos bienes o mercancías de primera necesidad, bien inferior para los economistas, se les llama “Giffen”, mientras que los bienes de lujo que tienen este comportamiento se les conoce como “Veblen”.
Analizaremos de manera breve los bienes Veblen, cuyo nombre se debe al economista norteamericano de nombre Thorstein Bunde Veblen, quien observó la existencia de mercancías de lujo cuya demanda aumenta cuando el precio aumenta, es decir, comportándose de una manera totalmente opuesta a lo que establece la ley de la demanda.
Veblen se dio cuenta de la existencia de mercancías que generan una satisfacción adicional al consumo ocasionando que quienes tengan la posibilidad monetaria decidan adquirir estas mercancías a pesar de que sus precios aumenten.
Los bienes “Veblen” generan una satisfacción de exclusividad, de prestigio, son elaboradas en cantidades pequeñas y cuyos compradores son un grupo selecto. Ejemplos de este tipo de bienes son las obras de arte, los autos de super lujo, relojes y joyería, vinos y hasta los iPhone. Sí, los iPhone, el cual podría ser el ejemplo más actual y sencillo de explicar, pues este tipo de teléfono inteligente, cada vez que se lanza al mercado un nuevo modelo a un precio cada vez más alto su demanda aumenta.
Bien lo dijo el economista y sociólogo Thorstein Veblen: “El consumo ostentoso es el signo visible de la riqueza y el poder de una sociedad. El consumo ostentoso es el signo visible de la riqueza y el poder de una sociedad”.
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