ES BIEN sabido que luego de la ley federal que prohíbe la venta y consumo de comida chatarra o no saludable, como usted le quiera llamar, en los planteles educativos donde no se permite que los alumnos lleven un solo taco de frijoles, algunos maestros —justo es aclarar que no todos— que se supone deben sujetarse a las mismas reglas, han pasado por alto la ordenanza y puntualmente llevan su lonche que no es fruta precisamente que acompañan de bebidas gaseosas y además de papitas y fritos.
ES DECIR, cumplen cabalmente para que los niños no lleven ni consuman chatarra, pero ellos sí, aunque a escondidillas como luego se dice.
PUES BUENO, la misma incongruencia o ausencia de predicar con el ejemplo, sólo que en otro tema tan delicado como es el de salud, está sucediendo en el Hospital General del IMSS en nuestra frontera.
EN PRINCIPIO han colocado sendos letreros donde se avisa a pacientes y familiares que deben llevar cubrebocas puesto mientras estén en esas instalaciones, pero además otros que indican la prohibición de ingreso de cualquier alimento.
Y RESULTA que los derechohabientes cumplen, pero ni médicos, ni enfermeras ni personal administrativo lleva cubrebocas.
Y POR OTRO lado, ellos sí ingresan a esas instalaciones con antojables y aceitosos tacos, lonches y aromático café, aparte de fritangas.
¿POR QUÉ ellos no cumplen con esas medidas de higiene y prevención?
VAYA usted a saberlo, pero es lo que está sucediendo…
NO FUE LA falta de agua en algunos ríos como el Escondido o el alto caudal del río Bravo —por el trasvase que recientemente se le hizo de la presa La Amistad— tampoco las condiciones climatológicas o las ganas de hacerlo.
FUE SIN duda la falta de billetes, de recursos, lo que originó que ayer domingo de Pascua la afluencia de paseantes a los sitios recreativos fuera mucho más baja en comparación a años anteriores.
ESO SÍ, algunos empeñaron hasta el perico para hacer su carnita asada, pollo, guisados, etcétera, pero los que mejor pensaron sobre su real situación económica optaron por mantenerse en casita y hacer un festejo austero, pero con bastante júbilo.
Y ES QUE oiga usted, con los constantes aumentos de precios y por ende la pérdida del valor adquisitivo en la actualidad, organizar y costear cualquier convivio sí que cuesta bastante.
PÓNGALE usted que de momento puede darse el lujo de hacer una pollada o carne asada, pero ¿y los días siguientes que también se come?…
LO QUE también hay que destacar es la gran presencia de seguridad en la ciudad y principalmente en los lugares a los que salió la gente.
HUBO PUNTOS especiales en las carreteras y se auxilió a quien lo requirió.
LOS TRES NIVELES de Gobierno se organizaron y bastante bien para coordinadamente mantener la seguridad, orientar y apoyar a todo aquel que lo necesitó.
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