Arte
Por
Grupo Zócalo
Publicado el martes, 15 de abril del 2025 a las 04:10
Ciudad de México.- Ganador de premios como el Cervantes, el Nobel de Literatura y el Princesa de Asturias (antes llamado Príncipe de Asturias), Mario Vargas Llosa falleció a los 89 años. Su impacto, como uno de los escritores más influyentes, puede verse en una decena de listas de las mejores novelas del siglo 20 que incluyen tres o cuatro títulos suyos. Su primera novela, La Ciudad y los Perros, que irrumpió en 1963 y fue crucial en el cambio de paradigma editorial de América Latina, sirve como ejemplo de esto al igual que el canon que definió Carlos Fuentes en La Gran Novela Latinoamericana, enfocado en lo esencial y lo más alto, y en el que Conversación en La Catedral integra la lista junto a Borges, Rulfo y Onetti, entre otros.
El debut clásico
El libro con el que todo empezó para Vargas Llosa, tal como lo reconoce en el prólogo de la novela. El que lo catapultó a la fama internacional y le permitió convertirse en escritor. El libro que conjuga el brío juvenil con la disciplina que imitó de Flaubert en toda su vida.
Le valió el Premio Biblioteca Breve y sirvió como punto de partida para el Boom latinoamericano y su movimiento editorial.
La brutalidad que Vargas Llosa vivió en sus años de estudiante de secundaria en el Colegio Militar Leoncio Prado y la huella que la violencia, la disciplina y la represión extrema tuvieron en un grupo de jóvenes son denunciados en esta, su primera novela de la que se han hecho algunas adaptaciones.
Arquitectura oscura
Cuando La Casa Verde ganó el Premio Rómulo Gallegos, en 1967, una de las novelas finalistas era Juntacadáveres, de Juan Carlos Onetti. La derrota le sirvió al uruguayo, cuentan, para bromear con el hecho de que los dos libros tratan sobre prostíbulos. No es poca cosa haberle ganado a Onetti.
En La Casa Verde es notorio el interés de Vargas Llosa por la técnica; su libro es el resultado de la decantación de todo lo que aprendió leyendo a William Faulkner. El desierto peruano y la Amazonía son los escenarios por los que transita una serie de personajes a los que conecta La Casa Verde, un prostíbulo que Vargas Llosa conoció en la vida real y cuyos personajes y atmósfera lo inspiraron para escribir.
Las mejores
Cierto consenso no oficial hecho por críticos, escritores y lectores, y que sustentó el propio Vargas Llosa a través de declaraciones y entrevistas, sitúa Conversación en La Catedral y La Guerra del fin del mundo en la cumbre de su narrativa. La primera de estas dos novelas es la que más trabajo y sudor le costó, la más ambiciosa y con la que llegó más lejos. Se sitúa en dos líneas temporales: los años del dictador peruano Manuel A. Odría y la década de 1960. Una charla de cantina desentraña la corrupción del Perú contemporáneo y pone el dedo sobre un sistema brutal donde todos los personajes están entrelazados.
La segunda se inspira en la crónica militar Los Sertones, de Euclides da Cunha, este es quizá el libro en el que más se nota la influencia y afinidad de Vargas Llosa con las cumbres de la novela decimonónica. Vargas Llosa recrea la revolución de los Canudos en Brasil a finales del siglo 19 desde su origen: la lucha contra el Estado, la desobediencia civil y el inicio de una insurrección, encabezada por un líder mesiánico se extendió durante varios meses dejando la muerte de decenas de miles de personas entre 1896 y 1897; hechos que el escritor peruano recrea con precisión.
Más sobre esta sección Más en Arte
Hace 14 horas
Hace 14 horas
Hace 14 horas
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias