Sin duda, esta fue una muy buena semana para los mexicanos. El ahora expresidente de México, AMLO, se despidió el pasado 30 de septiembre, desde su conferencia matutina, no sin antes aprovechar su último momento para proferir calumnias contra sus detractores, mentir a los mexicanos sobre supuestos logros y avances en su administración, y para distraer a sus oyentes, se permitió mostrar una serie de encuestas relativas a la felicidad que supuestamente sentimos los mexicanos, gracias a él. Por si Usted no lo notó, esta última conferencia resumió a cabalidad lo que fue su administración, “me voy muy satisfecho”, dijo al terminar la misma.
Así pues, al día siguiente (martes pasado), este mismo AMLO, fue visto por última vez en público alrededor del mediodía, Luego de entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, acto con el cual se dio paso a la primera administración federal que será encabezada por una mujer en México; después de eso el exmandatario dejó la Cámara de Diputados y ya nadie supo de él, por no ser ya ese un dato relevante en nuestra historia política moderna mexicana.
Con la culminación del sexenio que abarcó del día 1 de diciembre de 2018 hasta el pasado 30 de septiembre, los mexicanos acabamos también con un sexenio lleno de claroscuros que nos mantuvieron siempre, al menos a los que seguimos con consciencia esta administración, al filo de la silla y al borde del terror. La administración pública que se va, por nada podrá clasificarse como buena, por el contrario, el daño hecho a nuestro país en solo seis años, sin duda es grave, aunque aún oculto, pero lo iremos descubriendo en los próximos días, cuando la misma presidenta entrante, no tenga más alternativa que destapar lo que encuentre en los cajones del escritorio presidencial.
Así pues, y a pesar de lo anterior, la culminación de un sexenio como el que vivimos no deja de ser una muy buena noticia que nos llena de esperanza y aliento; y es que el simple cambio de titular en el Poder Ejecutivo de nuestro país, representa ya de sí una nueva forma de gobernar, por mínima que sea, y ante lo vivido, pues se vuelve casi imposible conocer algo peor, y si a eso le agregamos que el discurso de la nueva presidenta de México fue, en varios aspectos, mucho más alentador que todos los dados por su antecesor, pues entonces lo del cambio de presidente, fue una muy buena noticia.
Aunado a todo lo bueno ya mencionado, el día de ayer, ya sintiéndose más libres de amagos, la mayoría de los ministros que integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aprobaron el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara, que concede a la misma Corte, la facultad de analizar las controversias constitucionales presentadas en contra de la reforma al Poder Judicial, en dicho acuerdo se planteó que los mismos ministros pueden analizar cualquier acto que intente vulnerar la independencia judicial. Lo anterior puede significar el fin de la reforma que amenazaba con llevarnos a un régimen de gobierno inminentemente totalitario y antidemocrático.
Por si lo anterior no fuese suficiente para que Usted considere que esta fue una gran semana para los mexicanos, le comento que, en su primera conferencia mañanera como presidenta, Sheinbaum dijo que estas serán más cortas, con un tema fijo por día y que solo responderá tres preguntas.… ¡Lo dicho, esta fue una semana redonda!
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