Querida Ninfa:
¿Sabías que tu nombre quiere decir “joven y hermosa”? Así te conocí, gracias a tu hija del mismo nombre, hace muchos años. Recuerdo que estabas sentada en un sillón en la sala de tu muy luminosa casa de Nuevo Laredo. Me recibiste con una enorme sonrisa, como si saludaras a una vieja colega. Yo ya había oído hablar muchísimo de ti por don Julio Scherer y Miguel Ángel Granados Chapa: “Ninfa Deandar es una periodista muy valiente, es capaz de todo por luchar por la libertad de expresión. Desde que su padre murió, fundador del diario El Mañana, se ha enfrentado a gobernadores y hasta al crimen organizado con tal de mantener la línea del periódico”. Desde ese feliz encuentro, mi querida Ninfa, nos hemos visto muchas veces: siempre vital, alegre, reflexiva y muy preocupada por el destino del periódico, el cual ha pasado por muchas vicisitudes: amenazas, actos de violencia, problemas financieros, falta de publicidad, o bien, acerbas críticas y hasta periodos de encarcelamiento. Eso sí El Mañana nunca ha dejado de publicarse mañana, tras mañana.
Eres la décima mujer (la décima musa) que recibe este muy prestigiado galardón, después de Rosaura Zapata, María Hernández Zarco, María Cámara Vales, María Lavalle Urbina, Griselda Álvarez Ponce de León, Julia Carabias, Rosario Ibarra de Piedra, Ifigenia Martínez y Elena Poniatowska. Cuando me enteré que ahora la medalla “Belisario Domínguez”, correspondiente a 2023, se te había otorgado porque según el dictamen: “transformó el periódico en un símbolo de resistencia y lucha por los derechos del pueblo”, di un grito de absoluto gusto, era como si me la hubieran otorgado a mí. Le hablé a tu hija de inmediato y la felicité con tal euforia e intensidad, que yo no dejaba de hablar y de hablar y de hablar de pura emoción. Para las mujeres periodistas, eres ejemplo, Ninfa. Tu trayectoria y compromiso con la verdad nos inspiran, nos dan confianza y nos estimulan para seguir adelante. Además, eres una “abuela a todo dar”, para Ninfa, tu nieta, le representas como si fueras un roble indestructible. ¿Que cómo lo sé? Porque ella misma me lo ha dicho. Para tus tres hijos, dos varones y mi amiga Ninfa, segunda, representas una fuerza de vida y de resistencia.
Me temo que últimamente, querida Ninfa, no te han de gustar algunos de mis textos que se publican en El Mañana, pero aún así se siguen publicando. Eso se llama pluralidad y libertad de expresión. Te han otorgado las Llaves de la Ciudad de Laredo, Texas. Has apoyado a muchos jóvenes mexicanos que estudian en la Universidad de Austin, Texas. Has recibido un reconocimiento del Congreso de Estados Unidos y del Gobierno de Nuevo Laredo. En una ocasión, escuché al rector de la Universidad de Laredo hablar de la familia Deandar Cantú, sus palabras no podían ser más elogiosas y más entusiastas. Me fijé en la cara de los estudiantes mexicanos y algunos norteamericanos y todos se veían muy complacidos, al saber que también existen buenas noticias en la frontera entre México y Laredo.
Te confieso, que cuando leí en El Mañana el titular que decía: “¡Histórico!: triunfa Donald Trump en Laredo; primera vez que gana un republicano en condado de Webb con 33 mil 383 votos contra 31 mil 958 de Kamala Harris”, el corazón me dio un vuelco. Más adelante leí con mucha frustración: “En la elección general de este martes votaron 66 mil 358 ciudadanos de un total de 148 registrados para votar, cifra récord en el condado de Webb”. Ay, Ninfa, que Dios nos agarre confesados con ese Presidente que no quiere a México, un Presidente misógino, mentiroso y muy agresivo contra los inmigrantes mexicanos. Por eso me gustó la carta que le envió a Donald Trump la presidenta Claudia Sheinbaum. Fue una carta muy contundente respecto al arancel del 25 por ciento a los productos mexicanos y al supuesto cierre de la frontera. Fue una carta escrita con firmeza y valentía.
Hoy es día de la Guadalupana y si de algo me siento orgullosa es de mi nombre. Qué bonito que en esta fecha tan importante para los mexicanos, estés tan festejada, felicitada y rodeada por toda tu familia. Qué orgullosos se han de sentir con doña Ninfa, por recibir la Medalla Belisario Domínguez, la máxima distinción civil otorgada por el Senado de la República, como defensora incansable de la libertad de expresión y promotora de una sociedad más informada y democrática.
Recibe todo mi cariño y amistad,
Guadalupe
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