El icónico personaje de la Mujer Maravilla o Wonder Woman, en inglés, sigue despertando emoción en pequeños y adultos; en mi caso, posee un aura de misticismo tal personaje debido a que en mi niñez era mi heroína predilecta, y que aún sigo admirando.

Por otro lado, con eso de que está muy de moda el culto por los superhéroes, me resulta grato tener una refección contigo querido lector sobre la creación del personaje al que me refiero y que con un poco de suerte te unas a las filas del ejército Maravilla.

Claro que al escuchar nombrar a una de las integrantes más cotizadas del universo DC Comics, vendrá a tu  mente la imagen de una hermosa mujer; ya sea Lynda Carter, la actriz estadounidense de belleza incomparable que la interpretó en su serie de televisión entre los años 1975 y 1979; o bien, visualizas a Gal Gadot de origen israelí, que desde el 2016 la personifica en la pantalla grande de una forma magistral.

Muchas cualidades resultan de la simple contemplación del personaje, sin embargo, estudiar su creación te hará revalorar la forma en que haz visto a esta mujer de ficción, que fue creada por William Moulton Marston y Sadie (Elizabeht) Holloway Marston en 1941.

En 1992, The New York Times discutió la creación del personaje, resaltando la siguiente cita: […] una noche obscura, mientras las nubes de la guerra se cernían sobre Europa de nuevo, el señor Marston pidió opinión de su esposa y colaboradora, también psicóloga. Estaba creando a alguien como ese nuevo tipo (Superman), sólo que su personaje promovería una revolución psíquica global al abandonar el Bam! Pow! Kapow! Por el poder del amor. Bueno, dijo la señora Marston, que nació liberada, más vale que este superhéroe sea una mujer.

Marston fue el creador de un aparato que mide el sistema de presión de la sangre, lo que a la postre detonó el surgimiento delo que nosotros comúnmente conocemos como detector de mentiras, los estudios que realizó para el desarrollo de su aparato, lo llevo a la conclusión de que las mujeres eran más honestas y confiables que los hombres y podían trabajar más eficientemente.

De ahí que, una de las armas más poderosas utilizadas por la Mujer Maravilla sea precisamente el lazo mágico que obliga a decir la verdad, lo cual reafirma la idea de sus creadores respecto a que la mujer honrará la honestidad en la búsqueda de la justicia.

Fue concebida como princesa amazona, posee gran fuerza, increíble inteligencia e inigualable belleza, entre muchas otras cualidades, además es vulnerable pero es considerada a nivel de Diosa por los demás superhéroes.

En fin, un ramillete de virtudes que cualquiera quisiera tener, pero, ¿Cuál fue mi sorpresa? Al encontrar que el diseñador del personaje tenía una Az bajo la manga, él había concebido una idea precisa del carácter de su personaje, independiente, fuerte y amorosa; una de las pocas heroínas que fueron creadas en forma autónoma  y no como contraparte femenina de un superhéroe como los son Baty Chica y Súper Gril.

¿Qué estaría tramando? Este psicólogo, teórico, inventor, graduado de Harvard, con una maestría en leyes y doctorado en Psicología; La respuesta se dada por el propio creador en la revista The American Scholar en una edición de 1943: “Ni siquiera las niñas quieren ser mujeres con nuestro arquetipo de feminidad que carece de fuerza y poder. 

No quieren que se les vea sensibles, sumisas, como buenas mujeres amantes de la paz. Las cualidades fuertes de las mujeres se han convertido en algo despreciable debido a su debilidad. El remedio obvio era crear un personaje femenino con toda la fuerza de Superman, además de todo el encanto de una mujer buena y hermosa”.

Así fue, bajo estas directrices, que este hombre ejecutó un personaje singular que posee súper fuerza, altruismo, encanto femenino  y amor, como una verdadera mujer.

Sin embargo, a los jefes les resultaba incómoda la súper heroína creada que contrastaba con tanta testosterona enmascarada, al final prevaleció lo maravilloso del personaje y en el primer año de su publicación, llegó a vender medio millón de ejemplares, superando en algunos momentos al mismísimo Superman que había sido creado apenas tres años antes en 1938.

Por mi parte, mi reflexión es que su creador nos dejó legado en el que vislumbra a la mujer como un ser vulnerable, al que sus atributos como la sensibilidad y el amor por la paz, la hacen fuerte y poderosa; por lo que debemos sentir orgullo, mostrarnos tal y como somos, decididas y capaces de luchar por lo que amamos,  y sobre todo no sentir  vergüenza de nuestra propia naturaleza, porque al final del día somos nosotras las que estamos construyendo a los futuros hijos del planeta, los cuales deben ser criados con amor.

Y me quedo con este maravilloso pensamiento de William Moulton Marston: “Wonder Woman es una propaganda psicológica para el nuevo tipo de mujer que debería ser, en mi opinión, para gobernar el mundo”.