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Coahuila

Una leyenda de La Aurora

Por Carlos Gaytán Dávila

Hace 1 año

A Lucas y a Marín se los tragó la tierra

Seguramente muchas historias o leyendas se han escrito en torno a la comunidad urbana denominada La Aurora o Las Fábricas, risueño paraje de las antiguas goteras de la ciudad,  singular y aislado de la original mancha urbana, ahí donde el conquistador plantó su tienda y le extrajo provecho a la tierra y al agua que en abundancia contaba Saltillo al principio de su fundación y años posteriores, las famosas factorías de hilados y tejidos que dieron ocupación a decenas de lugareños, pero muchos otros se dedicaban a la agricultura, como Lucas y Marín.

La gente de La Aurora, como la de otros lugares de la ciudad, tenía costumbres muy acendradas y un gran temor de faltarle al respeto a Dios.

En plena Semana Santa, Lucas se despidió de su madre, una afligida viejecita que le recomienda que tenga mucho cuidado, pues los negros nubarrones anunciaban tormenta de aquellas abundantes aguas que desbordaba antaño el cielo sobre la ciudad.

Lucas dijo a su madre que se cuidaría y fue por su amigo Marín, quienes juntos comenzaron a sembrar la semilla de maíz tardío con su equipo rudimentario. Mientras Lucas hacía los surcos con la yunta de bueyes, Marín colocaba la semilla.

Como lo pronosticó doña Chonita, la madre de Lucas, se presentó el repentino aguacero que pronto provocó grandes avenidas e inundó el predio donde se llevaba a cabo la siembra de maíz. La señora pidió a unos vecinos que por favor fueran a ver qué pasaba con el muchacho y Marín que no regresaban de la labor. Los testigos oculares de los hechos vieron “con sus propios ojos” dice la leyenda, cómo se abrió una gran zanja y literal la tierra se tragó a Lucas, a Marín y a la yunta de bueyes con la que preparaba la tierra para sembrar. Nunca más fueron localizados los cuerpos.

La gente actual de la Aurora sigue recreando la leyenda en una narración tradicional basada en estos acontecimientos, que asegura son reales y que con el paso del tiempo toman elementos fantásticos, imaginarios o sobrenaturales.

El lugar, hasta nuestros días conocido por la gente de La Aurora, como el Pozo de Lucas, se ha convertido en una zona residencial de lujo denominada Tierra Santa, muy cerca de la iglesia de la Inmaculada Concepción, el templo más antiguo de la ciudad, tesoro histórico de Saltillo.

 

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