En medio de la agitación política de principios del siglo 20 en México, una consigna resonaba con fuerza: “Sufragio Efectivo No Reelección”. Esta frase emblemática acuñada por Francisco I. Madero, encerraba un poderoso mensaje que sería clave en la Revolución Mexicana y en la evolución democrática del país.

El origen de esta consigna se remonta a las elecciones presidenciales de 1910, en las que Porfirio Díaz buscaba extender su mandato presidencial de manera indefinida. Ante esta situación, Madero, líder del emergente movimiento antirreeleccionista, proclamó el lema “Sufragio Efectivo No Reelección”, como un llamado a la justicia electoral y al fin de la perpetuación en el poder.

La repercusión de esta consigna en la Revolución Mexicana fue profunda. Inspiró a miles de mexicanos a levantarse contra el régimen autoritario de Díaz, desencadenando un conflicto armado que transformaría radicalmente la estructura política y social del país.

A partir del 19 de mayo de 1909, fecha en que se funda el Club Antirreeleccionista de México, Francisco I. Madero desempeñó un papel fundamental, ya que se trataba de un espacio de debate y organización, que aglutinaba a diversas fuerzas opositoras al régimen de Díaz.

La lucha encabezada por Madero y otros líderes antirreeleccionistas, no sólo derrocó a Porfirio Díaz, sino que sentó las bases para la creación de distintos partidos políticos en México, el de la fortalecimiento participación ciudadana y el respeto a los principios democráticos en la actualidad. Este movimiento allanó el camino para la alternancia en el poder y el pluralismo político en el país.

La transformación en México respecto a la reelección, se ha dado gradualmente reflejando una evolución en la percepción del poder político. Primero, prohibiéndola, limitando los periodos presidenciales y evitar la perpetuación en el poder y después, permitiéndola en algunos casos, como una forma de garantizar la continuidad de políticas públicas efectivas y para fortalecer la estabilidad gubernamental.

La evolución histórica de la consigna, refleja el compromiso del país con la democracia y representa un avance significativo hacia una mayor rendición de cuentas y transparencia en el ejercicio del poder, pues se otorga a la ciudadanía un mecanismo de participación directa para evaluar el desempeño de sus gobernantes y en caso de descontento, revocar su mandato, incluso antes de que este concluya.

Por ello, la consigna “Sufragio Efectivo No Reelección” simbolizó en momentos críticos, el espíritu de lucha por la democracia y la justicia electoral en México. Gracias al legado de gobernantes como Madero, el país ha avanzado hacia un sistema político más inclusivo y representativo, fortalecido hoy con lo que llamamos democracia participativa, que a su vez conlleva una mayor responsabilidad para los líderes políticos y en donde siempre la voz del pueblo, tendrá un papel fundamental en la toma de decisiones.