Espectáculos
Por Agencia Reforma
Publicado el martes, 17 de diciembre del 2024 a las 04:17
Ciudad de México.- En España, su película La Habitación de al Lado, que narra la historia de una mujer enferma de cáncer que le pide a una amiga que la acompañe cuando ella decida ponerle fin a su vida, desató controversia política y religiosa por su mirada abierta al respeto hacia el bien morir de un enfermo terminal.
Con el éxito de crítica de su primer largometraje en inglés (con Tilda Swinton y Julianne Moore), y con posibilidades de ser nominado al Oscar, Pedro Almodóvar tiene claro que logró algo profundamente humano, pese a lo doloroso del tema.
Aunque en el pasado tuvo que poner en su lugar a políticos de ultraderecha y hombres de fe españoles que lo tildaron de artista “incorrecto” o “propagandista”, el cineasta es claro: nadie tiene por qué pasar por encima del respeto a los derechos de otros.
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Ustedes, los mexicanos, tienen una cultura de la muerte muy barroca y muy espectacular, entonces, todos los credos, desde el católico hasta todos los demás, tienen un enorme problema para enfrentarse a eso de la eutanasia, porque para ellos Dios es el que da la vida y es el único que puede quitarla”, expresa Almodóvar.
El también productor, de 75 años, aprovecha esta reflexión para explicar otra preocupación que manifiesta en su filme, a través del personaje de John Turturro, que es cómo la ultraderecha y el neoliberalismo amenazan en Estados Unidos los derechos elementales.
Pero La Habitación de al Lado, basada en el libro Cuál es tu Tormento, de Sigrid Nunez, es más que eso que incomodó y enojó a unos sectores.
A estrenarse mañana en cines mexicanos, es una trama, insiste, que supo hacer suya y que, a diferencia de la obra escrita, tiene un tono más entrañable y cálido.
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He tratado de iluminar la película con momentos más optimistas”, cuenta. “Hay en ella muchos elementos que, por supuesto, han sido parte del cine que he hecho, pero la historia es durísima y yo no quise que el público la sufriera, también me interesaba contar que los personajes de Tilda y Julianne tienen circunstancias muy bellas, dentro de lo malo que están enfrentando”.
Con todo y el vínculo de amor entre estas dos amigas, aclara Almodóvar, no hay insinuaciones sexuales o de género, porque quería abordar este tema de un manera empática y solidaria.
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Justo el personaje de Julianne refleja cómo el ser humano tiene esa capacidad de acompañamiento, de estar o lado”, sostiene el director.
‘En espíritu, española’
Dos Oscar avalan el aprecio que Hollywood le tiene (en Mejor Película Extranjera, por Todo Sobre mi Madre, y en Mejor Guion Original, por Hable con Ella), pero a Almodóvar le sorprende que le hayan otorgado el León de Oro de Venecia por su primer cinta en inglés.
Curioso, observa que comparte con el genio español Luis Buñuel un hecho similar, pues el director de Los Olvidados lo ganó en 1967 por Bella de Día, una cinta hablada en francés.
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Es una coincidencia curiosa con Buñuel, los dos únicos Leones de Oro a directores españoles han sido por cintas no habladas en español. Así han sido las cosas, pero, como lo dije en el agradecimiento, mi película, en espíritu, es española”.
Explica que si bien con Swinton hubo una química inmediata desde que trabajaron en (el corto) La Voz Humana, por gustos musicales, literarios y fílmicos comunes, de Moore recibió una mentoría con ciertos diálogos que no sonaban naturales para el público anglosajón.
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Con Julianne, que es americana, no tuve problemas para relacionarme, pero sí me corrigió en algunos momentos algunas líneas del guion, proponiéndome mejores formas de decirlo en inglés, y aunque eso suponía un problema para mí, decidí fiarme de ella.
“Cuando me lo indicaba, que fueron tres o cuatro veces, cambiaba la línea del diálogo con lo que le decía. No puedo competir con ella en eso”, admite.
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