Saltillo, Coah.-  Entre caos, reclamos, desorganización e inconformidad, se vivió el último día de la jornada de vacunación contra el Covid-19 para la población de 18 a 29 años en el único módulo habilitado en Ciudad Universitaria Campus Arteaga.

El proceso abierto a la población en general comenzó el pasado viernes 20 de agosto y se llevó a la par del realizado para los trabajadores del sector empresarial en la Región Sureste, y a pesar de que los dos primeros días transcurrieron en calma, para el domingo y lunes la población dentro del rango de edad abarrotó y agotó las dosis destinadas.

Para el último día, la información liberada de último momento por parte de los organizadores causó confusión y reclamos, pues de los cuatro módulos anunciados, solo uno estaría habilitado para el martes.

La antesala del caos fue lo que vivieron los jóvenes durante el último día de vacunación para los de 18 a 29 años en Saltillo, pues el biológico estimado para los 133 mil registros, a través del portal MiVacuna para este rango de edad sobrepasó las 10 mil dosis extras con las que esperaban llegar a la meta.

El inesperado número de jóvenes de Saltillo y Arteaga que desde la noche del lunes llegaron al campus de la UAdeC a la fila peatonal y vehicular, pusieron en jaque a los organizadores, pues sobrepasó a las 3 mil 800 dosis disponibles para aplicar durante la jornada del martes.

La situación se salió de control por la madrugada, una vez que los servidores de la nación repartieron los turnos, los cuales no fueron suficientes para los miles que demandaron una de las vacunas de AstraZeneca y que permanecieron varias horas afuera del recinto universitario y creando una fila kilométrica de autos sobre la carretera federal 57.

Esto encendió los ánimos de los jóvenes, pues quienes aseguraron su turno, se atrincheraron dentro del campus colocando mesas y sillas para evitar el acceso por las puertas de cristal.

En tanto, un grupo de los que quedaron relegados afuera, amenazaron con tumbar las puertas, ante la mirada atónita del resto que permeneció en medio del enfrentamiento

Hasta ese momento ninguna autoridad, ni municipal, estatal, federal ni de la propia universidad habían acudido para tranquilizar la gresca.

Ante la falta de condiciones seguras para llevar a cabo el proceso de inmunización a los jóvenes, en punto de las 7:40 horas, José Luis García, representante de la Secretaría de Bienestar, informó sobre la suspensión de la jornada, sin embargo los convocados se negaron a retirarse.

En el transcurso de las siguientes dos horas, elementos de la Policía Municipal, personal de seguridad del campus Arteaga de la UAdeC y servidores de la nación, intentaron dialogar con los asistentes, sin embargo, estos reiteraron que no se moverían del lugar hasta no ser inoculados.

Al grito de “¡No nos vamos!”, los jóvenes se negaron al diálogo y demandaron la presencia del delegado federal, Reyes Flores Hurtado, para que les planteara una solución a la problemática.

Los inconformes se mantuvieron tanto en el área peatonal como en la vehicular destinada al proceso de vacunación, pues cientos contaban con un folio para recibir una de las dosis antiCovid, por lo que continuaban las filas de personas y automóviles dentro del estacionamiento del campus.

Llega el delegado
Poco antes de mediodía, a las instalaciones de la Autónoma de Coahuila en Arteaga, arribó el delegado Flores Hurtado, que reconoció que no había dosis suficientes para todos y la instrucción se mantenía en cambiar la fecha de la jornada de vacunación.

Los jóvenes que se enfrentaron al funcionario federal, lo responsabilizaron de la desorganización que imperó, pues a causa de la incertidumbre y las horas de espera, muchos perdieron un día laboral o se ausentaron de sus clases.

Por ello, de nueva cuenta se negaron a la alternativa propuesta, de levantar una lista con nombre y número telefónico de quienes no lograron ser vacunados para posteriormente llamarlos en una hora y día específico por definirse.

Cede a la presión
Tuvo que transcurrir poco más de una hora para que los ánimos se calmaran y hasta que el delegado federal cedió y acordó con los presentes, que las dosis llegarían al campus pero solo para quienes contaran con el folio, accederían a una de las dosis disponibles, mientras que el resto aguardaría en caso de que sobraran.

“

No va a haber vacuna para todos, ya viene la vacuna para acá, vamos a continuar con el proceso, solo les pido orden.

“

En cuanto ustedes (jóvenes), les pedimos que no suban nada a redes sociales, en el sentido de presumir que se les va a vacunar, porque hubo gente que se fue”, puntualizó Flores Hurtado.

La certeza de que la promesa se cumpliría, se avivó una vez el movimiento por lo que el personal médico y de enfermería comenzó a montar las mesas de aplicación de vacunas, mientras que en punto de la 13:30 horas, personal de la Sedena arribó con el biológico que entregó a los enfermeros en medio de aplausos y rechiflas.

Argentina Barrientos, quien contaba con el folio número 01, no podía ocultar en su rostro el cansancio por las horas de espera, sin embargo, su voz reflejó tranquilidad después de que pudo ser inoculada.

“

Me siento muy cansada, muy fatigada mentalmente, pasaron muchas cosas, mucha desinformación, pero al fin muy contenta y satisfecha de haber recibido la vacuna”, comentó.

En tanto, Braulio Flores, un joven con discapacidad que aguardó todo ese tiempo en su silla de ruedas, reconoció sentirse agotado y que por momentos temió no ser vacunado.

Otros a pesar de recibir la primera dosis antiCovid, no pudieron ocultar su molestia, ante la odisea que vivieron en este proceso de vacunación y que aseguraron era innecesario.

“

Tenemos prácticamente 19 horas aquí, estuvo muy mal organizado todo esto, hubo mucha gente muy irresponsable y se me hace un poco injusto que hasta ahora nos hayan atendido por decisión del delegado”, comentó por su parte Celeste, tras recibir la dosis AstraZeneca.

Tanto el módulo peatonal como el vehicular habilitados en las instalaciones de Ciudad Universitaria en Arteaga, aplicaron la ansiada vacuna hasta que se agotaron las 3 mil 800 dosis, sin embargo, aún quedaron pendientes otros miles de jóvenes que deberán esperar una nueva convocatoria.