Los tulipanes son flores hermosas que se relacionan con el amor; simbolizan pureza, inocencia, juventud y femineidad. Existen de diferentes colores, por ejemplo, el amarillo es símbolo de alegría, felicidad, amistad. El color rojo representa amor y pasión; de blanco significa pureza y perdón; morado elegancia y admiración y, finalmente, el rosado simboliza afecto y ternura. Se dice que son plantas que irradian paz, simbolizan diversidad y fortaleza, por ello, regalar tulipanes significa amor y renovación; son flores elegantes.
La palabra “tulipán” proviene del vocablo tülbend, que significa ‘turbante’ y hace referencia a la forma que adopta la flor cuando está cerrada. Es una planta de la familia Liliaceae, sus flores son vistosas por sus colores y por su forma de copa. Es una planta originaria de Asia Central y se cultiva en todo el mundo, especialmente en climas templados; florecen en primavera y son plantas muy demandadas por su belleza y elegancia.
Por lo anterior, no cabe la menor duda que los tulipanes son plantas especiales y de gran belleza, estoy segura de que, por estas razones, Eliza Rodríguez escogió ese nombre para bautizar su primer cuento Tulipanes, bellamente ilustrado por Vivi Sierra. Se presentó con gran éxito en la librería Carlos Monsiváis, el miércoles 26 de febrero. La presentación estuvo a cargo de Atenea López, quién realizó interesantes preguntas sobre la estructura y la historia del cuento a la autora.
Es un cuento ágil y fácil de leer, los protagonistas son un jardinero que se dedica a cultivar tulipanes y, por supuesto, seis tulipanes cuyos nombres son Dolce, Coco, Gucci, Vera, Dior, y Giorgo, que son cuidados con gran amor por el jardinero que se dedica a cultivar esta bella planta. A través del diálogo de estas flores, nos presenta la autora que todas las personas somos únicas y diferentes, nos provoca reflexionar sobre la individualidad, la aceptación y la aprobación.
Eliza comenta: “Escribí este cuento a los 23 años. La idea era canalizar mis emociones, trabajar mi herida del rechazo a través de la escritura, encontrar respuestas en los personajes que surgieron durante mi proceso de narrativa. Está dirigido a todo público. Me gustaría que el lector encuentre en Tulipanes el reconocimiento, la compasión y que sea una reflexión para ser un espacio seguro para quienes le rodean. Recuerdo que, cuando estudiaba sicología, unos amigos se expresaban a través de dibujos, escritura y música. Admiraba esas expresiones me parecía inspirador, les comenté que quería expresarme a través de la escritura y así fue como, hace 10 años, escribí Tulipanes como canalización de mi herida del rechazo”.
Eliza es una bella mujer que, a pesar de su juventud, es versátil; estudió sicología en la UAdeC, es modelo en sus tiempos libres, además tiene junto con su hermana Daniela Rodríguez una asociación civil, Empezar, enfocada en la salud mental, que es un tema tan necesario en la actualidad, ya que una persona sana mentalmente se caracteriza por no irse a los extremos, son tolerantes, no se subestiman, ni se sobrevaloran, se respetan, lo que les permite enfrentar diferentes tipos de situaciones, están satisfechas con ellas mismas, porque la salud mental incluye el bienestar emocional, sicológico y social, y contribuye al manejo del estrés, ayudando a tener una buena relación con nuestros semejantes y sobre todo en la toma de decisiones. Por ello, es admirable que una joven talentosa como Eliza se de permiso para expresar sus emociones, estoy convencida que, con este cuento, ayudará a muchas personas a encontrar su bienestar y saber que su salud mental es fundamental para tener una vida digna y de calidad.
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