Coahuila
Hace 1 semana
POR: RAYMUNDO ZÚÑIGA VEGA
Mucho hemos leído en semanas pasadas acerca de las múltiples amenazas de tarifas que Donald Trump ha venido anunciando. Esta situación se ha vuelto aún más confusa con los constantes cambios y retractamiento de sus amenazas. Dentro de este complejo escenario, quisiera tratar de recapitular la situación que tenemos hasta el día de hoy y los posibles escenarios que esto genera.
El Gobierno de Trump decidió aplicar tarifas o aranceles (impuestos extra) a productos importados de otros países, incluyendo México, con el argumento de proteger su industria nacional y empujar su crecimiento para que mas productos (los automóviles es el mejor ejemplo) se produzcan en EU, en vez de importarlos de otros países porque es más barato producirlos en el extranjero. Trump argumenta también que hay un desbalance comercial en donde EU es mayormente comprador, mientras otros países son los productores, lo cual es una realidad para la mayoría de los países industrializados, que han evolucionado de la manufactura a generar servicios y tecnología y consumir productos importados.
Con estas medidas se espera que los precios en EU para sus propios consumidores vayan a subir, ya que los productos que se importan ahora costarán más con este nuevo impuesto y los productos similares que se fabriquen en EU que no son competitivos seguirán costando más para producirse ahí (los salarios en EU son más altos, las materias primas más caras, etc), en fin, las familias en EU pagarán más por productos como refrigeradores y automóviles, porque los materiales para fabricarlos también subieron de precio. Además de esto, estas tarifas han generado conflictos con otros países y también cambió la forma en que se mueve el comercio mundial.
México, que exporta muchos productos a EU, como autos, electrónicos y alimentos, inevitablemente sentirá las consecuencias y enfrentará ahora impuestos más altos para los productos que vende al mercado estadunidense, además de menos certezas para invertir. La industria mexicana también enfrenta ahora dificultades para planear a largo plazo, por la constante amenaza de nuevos aranceles. Pero no todo es negativo: hay oportunidades.
Las peleas comerciales entre EU y China en años recientes, hicieron que muchas empresas buscaran nuevos lugares para producir sus bienes. México apareció como una gran opción: está cerca, tiene tratados comerciales y mano de obra calificada. Esta tendencia se conoce como nearshoring y ha beneficiado mucho al norte del país, y especialmente lo podemos ver en Coahuila.
Además, pudiera ser una opción que si México sigue manteniendo una relación respetuosa y estratégica con EU, podría ser uno de los primeros países en beneficiarse si se reducen o eliminan esas tarifas. La presión interna en Estados Unidos por parte de consumidores, inversionistas y empresas, podría llevar a Trump a suavizar sus políticas comerciales, buscando aliados que no respondieron con confrontación. La postura no beligerante del Gobierno mexicano podría resultar fundamental. Cuando EU busque suavizar tensiones y retirar tarifas, lo hará más fácilmente con socios que hayan mantenido una relación estable. México podría ser el primer beneficiado de esta corrección.
Una nueva forma de producir: nearshoring 2.0
En este nuevo escenario de tarifas y protección a la industria estadunidense, México puede dar un paso más allá tomando en cuenta nuestra posición geográfica y el antagonismo de EU con China y otras regiones: no sólo producir para vender en EU, sino promover la idea de Norteamérica para convertirse en una base de producción para todo el mundo.
Por ejemplo, empresas estadunidenses que no pueden fabricar ropa o juguetes de manera competitiva en su país (por ser muy caro), podrían hacerlo en México, y vender a otros países gracias a los tratados comerciales mexicanos con Europa, América Latina y Asia. Con apoyo del Gobierno y estudios de mercado, estas industrias que actualmente son mayormente asiáticas, podrían establecerse en regiones ya industrializadas y con buena infraestructura como lo es el norte del país. Esto podría incluir industrias como la electrónica y tecnología, agroindustria, energía limpia, textiles y manufactura ligera.
Aunque las tarifas de Trump innegablemente han causado ya problemas para México y han sembrado incertidumbre en la economía mundial, esta situación también puede abrir una puerta para México y para Coahuila. Con inteligencia, cooperación y visión de largo plazo, el país puede atraer inversiones, generar empleos y hacer crecer el mercado interno, especialmente el norte, que ya está listo para aprovechar esta gran oportunidad.
El autor es un economista saltillense, actualmente en el sector financiero de Londres, Inglaterra. Ha trabajado en bancos comerciales de Estados Unidos, Asia y Europa, además del banco central de Inglaterra.
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