Trump no ofreció detalles sobre si llegó a algún acuerdo con Carney sobre los aranceles del 25 porciento que Washington planea imponer la próxima semana a todos los automóviles que sean exportados a su país, lo que podría perjudicar especialmente a la industria automotriz canadiense, muy ligada a Estados Unidos.
Esta fue la primera conversación entre ambos líderes desde que el 14 de marzo, cuando Carney reemplazó a Justin Trudeau como primer ministro.
El jueves, Carney ya había adelantado en una rueda de prensa que tenía previsto hablar con Trump “pronto”, en las próximas 24 o 48 horas.
El miércoles, el presidente estadunidense firmó una orden ejecutiva para aplicar un arancel del 25 porciento a las importaciones de automóviles, que entrará en vigor pasada la medianoche del próximo 3 de abril.
La Casa Blanca asegura que esta medida fomentará la manufactura nacional, aunque también podría provocar una subida de precios para los consumidores estadunidenses y perjudicar a los grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos que dependen de las cadenas de suministro global.
Para intentar suavizar ese impacto sobre la industria automotriz estadunidense, Trump ha decidido que las partes de automóviles fabricadas en México y Canadá estarán exentas temporalmente de ese arancel del 25 porciento.
Carney, que se juega el puesto en las elecciones en Canadá el próximo 28 de abril, ha prometido que su país tomará represalias si Trump sigue adelante con la aplicación de los aranceles la próxima semana.
Desde su llegada a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, Trump ha adoptado un tono combativo contra Canadá, llegando a afirmar que el país vecino debería convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos.
Esa postura ha desatado una ola de rechazo en Canadá, con iniciativas para promover el consumo de productos nacionales y defender la soberanía del país.