Se me llena de gozo el alma cuando ustedes, estimados lectores leales, me llaman por teléfono, me mandan un mensaje de texto, incluso cartas, o en persona por la calle, y alimentan mi alma al darme su valioso tiempo para leerme. Sí, se me llena el alma de gozo y de gratitud, de amor a lo que escribo, de lo que me nace del alma, de lo que vivo día a día, quisiera a veces escribir cada cosa que me sucede, pero prefiero que la mayoría de mis columnas sea para ayudar y no para llorar. Todos tenemos momentos muy difíciles y dolorosos que nos llevan a los extremos, y poco a poco vamos saliendo airosas de eso, definitivo, no hay problema que dure 100 años, ni cuerpo que lo aguante. Y eso ya lo he vivido, y no una ni dos ni tres… así es la vida. Con sus sorpresas felices y las no tanto.
Yo también sé llorar, así como la mayoría del tiempo estoy sonriente y feliz, obvio que tengo mis momentos como cualquier ser que se diga humano que tenga alma en el cuerpo, ya que a veces pareciera que ya los ha abandonado y no se han dado cuenta de que son zombis, y qué difícil para los padres y personas que viven con ellas, o con ellos, es tan doloroso y desgastante, cada día es un milagro, cada día es pedir al Todopoderoso que se haga presente en esos momentos en los que pareces desfallecer.
Invitación para mis lectores y lectoras leales: pueden hacerme llegar una carta de cómo les ha ayudado esta amada columna que escribo para todos y todas ustedes, domingo a domingo. Tengo algo en mente, y después que se haga realidad, los haré partícipes de ello. También pueden participar mis estimados pacientes, por supuesto.
Mi correo es: [dirección de correo electrónico eliminada]
Mi WhatsApp es: 844 227 7066.
Sí, les invito de corazón a que me lo hagan llegar en físico, por correo electrónico o por WhatsApp, que es más fácil, quienes quieran poner su nombre con gusto, quienes quieran ser anónimos, se respeta.
Favor de poner lo siguiente en sus cartas o mensajes por WhatsApp, es muy importante para una servidora.
Nombre completo, quien guste
Seudónimo o anónimo
Ciudad o municipio donde vive
Máximo dos cuartillas, es decir, 2 hojas de tamaño carta
Teléfono para agradecerles (opcional)
Relatar de qué manera ha impactado en sus vidas de manera positiva leer mi columna Sanando desde el Alma.
Desde qué año me empezaron a leer.
Puede ser en computadora, o escrita con su puño y letra, sólo sí, legible, por favor.
Eso sería nada más lo que les pediría, mis estimados y estimadas lectoras.
Para mí será un regalo invaluable leerlos, de verdad, sé que muchos lo hacen y les agradezco de verdad, pero sé también que hay muchos que quieren y no lo han hecho, así que vaya esta invitación para que, por favor, con su corazón en la mano me hagan llegar sus mensajes.
Esto, les repito, es alimento para mi alma. Y pues es un proyecto que quisiera realizar, pero necesito de ustedes, sobre todo poner un medio de cómo poder comunicarme con ustedes, algún número celular de alguien si no tienen ustedes, o algún correo, o dirección. Los anónimos, pues sólo me quedaría el agradecimiento para ustedes. Podría sólo yo saberlo y obviamente, si no me autorizan, quedarían tranquilos de que no se revelará su nombre. Pero créanme que será una bella sorpresa para quienes envíen y se animen, por favor.
Bueno, pues les dejo un abrazo de luz, esperando que siempre haya en sus vidas momentos qué agradecer, momentos de felicidad, momentos de gran alegría, y que si hay alguna dificultad, con la ayuda de una servidora como paciente puedan seguir adelante, o con algún profesional de la salud, puedan ustedes vivir con mejor calidad de vida. Vivir en el dolor no es vida. Aquí estoy, ya saben mi número, tengan paciencia que les contestaré a todos.
Su amiga y terapeuta, Verónica. Diosito por delante.
Más sobre esta sección Más en Coahuila