Hoy, 8 de abril de 2024, asistiremos a un grandioso evento astronómico: el eclipse solar. En México, tendremos un eclipse solar total. Esto sucede cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean. En este caso, tratándose de un eclipse solar, la Luna pasa por delante del Sol y provoca que la sombra de la Luna se proyecte sobre la Tierra.

Este evento tiene también un gran significado desde el punto de vista astrológico. En la astrología, el eclipse solar representa la oscuridad del ego (el Sol) por las emociones (la Luna). Así mismo, simboliza la oportunidad de un renacimiento espiritual, marcando un periodo en el que podemos liberar viejas energías y patrones para dejar espacio a una nueva conciencia y perspectiva.

Según muchas tradiciones espirituales, los eclipses son potentes portales energéticos que nos brindan oportunidades únicas de crecimiento, transformaciones y cambios. Podemos creer en la astrología, en la magia, en la espiritualidad, en las religiones y en muchas otras cosas; pero lo que sí es cierto es que es un momento de mucha intensidad, ya que es cuando circula mucha energía.

Y es también una gran ocasión para que podamos detenernos un momento en nuestras vidas frenéticas y reflexionar sobre en qué punto estamos. Hay muchas preguntas existenciales que podemos hacernos: ¿Cuál es nuestra misión de vida? ¿A qué venimos a este mundo? ¿En qué punto estoy de mi camino?

Hay muchas personas que tienen el interruptor de la consciencia apagado. Han silenciado su voz interior; hay oscuridad en sus corazones. Muchas personas ni siquiera se hacen estas preguntas. Viven sus vidas en piloto automático, dejándose llevar por los eventos y circunstancias de la vida. O quizás se las hacen, pero la realidad es que no les interesa encontrar una respuesta, ya que muy probablemente lo que vayan a encontrar no les va a gustar en absoluto.

Sin embargo, hay muchas personas que han decidido tomar las riendas de su vida y emprender un camino de autoconocimiento para ir construyendo su mejor versión, mediante, entre otras cosas, la aceptación y la construcción de límites (de esto hablaremos en otro momento).

Es cierto que, incluso para las personas que decidimos dejar de lado el piloto automático de nuestras vidas y recorrer un camino personal hacia una mejor existencia, el proceso para encontrar las respuestas a esas preguntas existenciales no es ni lineal ni sencillo. Algunas de ellas nos pueden atormentar, otras generan curiosidad y algunas otras nos pueden dejar indiferentes.

Sea cual sea el momento de la vida en el que te encuentres, hay acontecimientos cargados de energía que pueden acompañarnos en nuestro despertar y proceso de transformación y cambio (si es lo que estamos viviendo o queremos vivir). Sin embargo, no podemos simplemente esperar que sean los astros y los portales energéticos los que hagan todo el trabajo que sería nuestra responsabilidad hacer. Sí, siempre hablamos de derechos, de lo que queremos y de lo que esperamos que la vida nos dé, o que alguien más haga, casi por arte de magia, sin pensar que el 80% del trabajo que es necesario hacer, en realidad, es nuestro. Y aunque, quizás, en teoría esto nos quede muy claro, ¿estamos realmente dispuestos a asumir esta responsabilidad? Más aún, esta responsabilidad no deberíamos asumirla solamente para mejorar individualmente nuestras vidas, sino para generar una transformación más relevante a nivel colectivo.

Abogamos tanto por el derecho a vivir en un mundo mejor, pero ¿qué estamos haciendo para construirlo? Todas las personas, y en realidad todos los seres vivientes, tenemos emociones. Quizás los animales no sienten como lo hacemos nosotros, pero tienen un fuerte instinto que, por ejemplo, en muchos casos les permite advertir catástrofes naturales incluso antes de que sucedan.

La influencia de la energía a nuestro alrededor es indudable, creamos en ella o no. Todos somos energía. Y sabemos (o sentimos) que no todas las energías son positivas. De hecho, no es casualidad que en las últimas semanas nos hayamos enterado de muchos episodios violentos, muchos de los que son, al menos en apariencia, totalmente injustificados (aunque creo que la violencia nunca puede tener una justificación aceptable). Pero de esto ya hablamos la semana pasada.

Entonces, querido lector, querida lectora: debido a que estamos viviendo momentos energéticos muy importantes, ¿quieres aprovechar la energía que tienes a tu disposición y asumir la responsabilidad de transformar(te)? Ojalá que tu respuesta sea positiva y que tus comportamientos sean congruentes con ella.

¡Que tengan una muy linda semana!