Me he preguntado en infinidad de ocasiones por qué los saltillenses rehúyen comprar en su ciudad y prefieren ir a Monterrey. Un gran número de ciudadanos que viven en la ciudad capital de Coahuila, viajan más en fin de semana ya sea con vehículo propio o transporte de la central camionera y hasta en ocasiones se junta un grupo de familiares o amigos para rentar un vehículo e irse a la sultana del Norte, pero el tema es que no quieren comprar en Saltillo, o pasearse.
Aunque no se puede asegurar que tan cierto es, pero ya es manejado como una leyenda urbana entre los pobladores de la ciudad capital coahuilense, argumenta que sus artículos y restaurantes son mucho más caros. Hay quienes dicen que es la misma voracidad de los comerciantes.
También hay quienes achacan a que no hay surtido, o bien encuentran productos pasados de moda vendiéndolos como si fueran la última versión, cuando en verdad en Monterrey encuentran esos mismos productos rebajados y hasta de nueva temporada.
Los saltillenses también hacen un fuerte comparativo en la que afirman los consumidores que la mayor parte de los dueños de los comercios, así como sus empleados, no saben atender al cliente. Al que, si no le falta atención y servicio, le falta capacidad y preparación para motivar el interés del comprador.
Lamentablemente, hay mucho de cierto en eso, en particular de aquellos comerciantes de muchos años originarios de Saltillo, quienes siempre se han significado por su falta de agresividad y por su ya tradicional improvisación, agregado a la pasividad Cámara de Comercio, aunque también hay que decirlo que la mayor parte de las veces ni siquiera tienen la culpa, ya que no todo el sector comercial se encuentran registrados y aquellos que sí, son pocos quienes hacen caso a las recomendaciones y cursos que realizan la misma CANACO, con la finalidad de que Saltillo tenga un comercio más dinámico, competitivo y acorde a los tiempos actuales de más servicio y atención al cliente.
Los socios activos de la CANACO Saltillo, reclaman más entrega de sus dirigentes a que aporten más y no solo estirar la mano del gobierno local o estatal, en donde siempre se esperan a alguna remodelación del Centro Histórico, y es cuando los renteros de locales y edificios que no pusieron ni un solo centavo aprovechan estas mejoras para subir la renta y tener más ganancias sin haber realizado una inversión pública.
Hay tantas y tantas cosas que pueden realizarse para elevar al comercio organizado saltillense a primer plano, que solo basta con no perder el tiempo en pleitos ajenos y trabajar precisamente para la institución que representan. Bien dicen que cada quien tiene lo que quiere y el comercio de Saltillo, por desgracia, tiene lo que quiere por culpa de ellos mismos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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