Negocios
Por Edith Mendoza
Publicado el miércoles, 29 de enero del 2025 a las 03:50
Saltillo.- Además de sobre explotación a la que se enfrenta el acuífero de Parras que pone en riesgo la actividad agrícola, la disputa irracional por el agua se vuelve cada vez más violenta lo que coloca en la incertidumbre a cientos de familias que dependen de las fuentes de empleo formales que aquí se generan.
Nuevamente ejidatarios exigieron a la vitivinícola Casa Madero que se liberara el paso hacia la acequia y el flujo del agua. Por su parte, colaboradores de seguridad de esta empresa centenaria, armados por las constantes amenazas de las que son víctimas, situación ya en conocimiento de la Secretaría de la Defensa Nacional, negaron dicha petición.
La empresa en su derecho de réplica, Nelson Reyna encargado de seguridad de la empresa, negó que se haya empleado violencia en el cumplimiento de su deber, aunque los ejidatarios se presentaron con machetes, picos y palas.
“ A nosotros ya nos han amenazado varias veces, es por nuestra seguridad… al final nosotros somos gente de trabajo, somos gente de bien, nos dedicamos hacer vino… ya se han metido antes para despojarnos del agua y el año pasado también hubo un intento de invasión, queremos que todo se solucione, pero llega un momento en que se nos están muriendo varias hectáreas de viñedo y varias de nogales”, lamentó tras hablar del riesgo en el que se encuentran unas 800 personas de forma directa e indirecta.
Leticia Garza, representante jurídico de la empresa, habló sobre la histórica repartición de aguas que se acordó entre los usuarios cuando el caudal era de unos mil litros por segundo, todavía en los tiempos de Evaristo Madero y Lorenzo González, que luego de largas décadas de explotación, actualmente sólo llega a los 390 litros por segundo.
Desde entonces, muchos más usuarios y ejidos han estado entrando, siendo el San Lorenzo el último agregado, cuando se realizan las obras del compartidero de Calzada del Marqués y 16 de Septiembre. Para los 90´s se instalaron nuevas tomas.
A partir de ahí, el agua se comenzó a repartir en ciertos horarios y en proporción. Cuando eran los mil litros eran apenas 5 usuarios; ahora son 390 litros por segundo con unos 14 usuarios. Cabe destacar que se trata de aguas no aptas para consumo humano, pero sí para riego.
Los ejecutivos puntualizaron que los ejidatarios no están dispuestos a que dicho recurso hídrico se reparta de forma proporcional de conformidad con la propiedad de cada quien, ni a que se implementen medidas para eficientar su uso para que haya menor desperdicio.
Para el caso específico de Casa Madero, que tiene derecho a 200 litros por segundo, debido al conflicto, sólo está recibiendo entre 30 y 40 litros por segundo.
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