Con la carrera espacial, en paralelo con el viaje a la luna, había una competencia entre la NASA y ROSCOSMOS, la agencia soviética espacial, y el premio no era la luna, el premio era la tecnología para la capacidad de poner carga en el espacio a precio accesible.
Los cohetes norteamericanos especialmente el Saturno cinco tenían gran capacidad de carga, pero tienen un solo uso, usan keroseno y oxígeno, para sus motores cohetes, los soviéticos muy similares.
Para impresionar al público, se presentó un proyecto de naves reutilizables que en teoría, bajarían el costo de la carga entregada al espacio, impulsado por tres cohetes impulsores, dos de ellos de un material altamente eficiente pero altamente explosivo y el comolemento era una nave con diseño de avión, alas en delta, pero la ciencia de materiales no había proveído de un material que diera la resistencia al calor de entrada a la atmósfera a alta velocidad. Se diseñaron unos bloques cerámicos adheridos al metal que dieran esa protección.
A muchos les pareció idílico el proyecto, empezando por los contratistas de gobierno, que no llenaban y no pusieron suficiente atención en su tarea.
A pesar de seguir siendo más caros que los soviéticos, tuvieron carga que entregar al espacio, entre ellos, un satélite Morelos, en el paquete, ofrecían pasear a un nativo mexicano, con la condición de que no moviera ni la palanca del sanitario.
Dos fatales accidentes terminaron en el programa y la capacidad gringa de entregar su naves al espacio, siguieron viajando en naves rusas con impulsores a la antigua.
Con empresas dedicadas a la venta de ese servicio, estados unidos vuelve a tener capacidad completa aeroespacial .
Y eso, es una muestra de lo que se puede hacer con una economía neoliberal, en la que el mercado fija precio y calidad , no la masa del pueblo.
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