A 13 días de la Nochebuena, no hay dinero para hacer las tres comidas por día, menos para pensar en la cena de Navidad o para comprar los juguetes de los niños. Este es el negro panorama de los comerciantes ambulantes de mariscos en este puerto.
Claudia García tiene dos hijas adolescentes, asegura que habló con ellas para explicarles que esta Navidad no tendrán regalos porque el negocio no va bien.
“ Se siente feo no darles un regalito a tus hijos porque no hay ventas, no hay de dónde sacar”, comentó.
Si para el 24 de diciembre la situación no mejora, algo que se antoja complejo, la cena de Navidad será lo que han venido comiendo las últimas dos semanas: huevos con frijoles.
“ Pasan los días y a veces no tengo para darles de comer… se acerca Navidad y hasta la cabeza me duele al pensar en un regalito, en algo pequeño”, dijo.
Hace un año, cuando los narcos no estaban en guerra, los comerciantes de mariscos de Puerto Altata, en un buen fin de semana, tenían ganancias de hasta 10 mil pesos.
Pero hoy la realidad es muy distinta: desde hace tres meses, en un buen día llegan a vender 300 pesos.
“ Yo si vendo 100 ahorita yo me lo llevo a mi casa, de pérdida para unas tortillas, unos frijolitos. Antier vendí como 250 pesos, compré huevo y si tienes masa de perdida haces unas tortillas”, comentó Gloria Ramírez.
Con esa cartera de huevos, Gloria tiene que alimentar a las cinco mujeres de su familia, entre las cuales están sus dos hijas, una de apenas dos años que necesita pañales.
Está en el dilema de comer o comprar pañales, y los regalos de Navidad es un tema que tampoco se toca, pues no hay dinero.
Pero también los restauranteros están padeciendo. Andrés Hernández es gerente de uno de los negocios más grandes de la zona.
Desde hace 90 días las ventas se desplomaron al grado de atender, en el mejor de los casos, dos mesas al día.
“ Tenemos tres meses con esta situación, es insostenible. Yo creo que a estas alturas ya estamos en las últimas”, agregó.
Es más, hace un par de semanas tuvo que recortar a casi todo el personal. De 20 meseros que eran solo quedaron cinco, y aceptaron vivir de las propinas.
Dos narcolaboratorios
Las acciones contra las organizaciones criminales en Sinaloa continuaron en los poblados de San Francisco Tacuichamona y Palo Dulce, Sinaloa, donde personal naval localizó e inhabilitó dos laboratorios que eran empleados por la ‘chapiza’ para la elaboración de drogas sintéticas.
En el municipio de Cosalá, Sinaloa, también se logró un aseguramiento de mil 50 litros de precursores químicos líquidos, 210 kilogramos de químicos esenciales, cinco destiladores y material diverso, perteneciente a la misma organización.
