El 3 de agosto pasado, en la mina El Pinabete ocurrió un accidente que mantiene atrapados a 10 mineros en el municipio de Sabinas, Coahuila. Los días se acumulan y hasta ahora solo se tiene un plan de excavaciones para la búsqueda de los trabajadores.
Ayer leíamos las declaraciones del director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, quien estuvo en el lugar del incidente y reconoció que para el rescate disponen de capacidad humana para maniobrar y construir una mina a cielo abierto, para llegar a donde se estima podrían estar los mineros.
Explicó que desde el 30 de agosto comenzaron las acciones para que la CFE realice la excavación del tajo, en una estrategia de rescate que concluiría en poco más de un año.
Pero, ¿y las labores de prevención de accidentes, el equipamiento de los mineros, la falta de transparencia en el otorgamiento y operación de las concesiones para la extracción de carbón? ¿Quién vigila esa parte?
Y una pregunta que sin duda es obligada en estos casos: ¿y los inspectores de la Secretaría del Trabajo a nivel federal, la abogada Luisa María Alcalde?
Más que reactivas, las autoridades con atribuciones o responsabilidades legales en este tema, el de la minería en Coahuila, debieran ser mayormente proactivos, más que ir tras las reacciones por siniestros que pueden o no comprometer el futuro político de quienes pueden hacer algo para frenar desde la reventa de carbón, regular la extracción, transparentar la entrega de contratos para la compra de este mineral a la CFE a través de trabajo muy rudimentario y riesgoso en los llamados “pocitos”.
“Sacar cuerpos no es nuestra mayor especialidad, pero por el lado contrario, por un decir que tenemos toda la experiencia en el desarrollo de obras civiles, hemos construido muchas obras civiles, presas, túneles de todo tipo; tenemos mucha experiencia en obras”, dijo Bartlett a medios de comunicación y corresponsales en Coahuila.
El funcionario federal reveló que, para el Gobierno federal, lo importante es recuperar a los trabajadores atrapados por una inundación y no el carbón que se podrá extraer con la nueva mina.
Se mencionó que la CFE cuenta con equipos de alta precisión y maquinaria pesada para iniciar los trabajos en breve y retirar 5 millones de metros cúbicos de material, rocas y escombros, hasta trazar la ruta que los llevará –en algunos meses– a las galerías donde se ha dicho y se estima que se ubica el grupo de mineros.
Según la propia Comisión Federal de Electricidad la mina abierta se construirá en una superficie de más de 300 metros, encima del sitio donde estarían los mineros de El Pinabete. La mina será en forma de espiral, para lograr garantizar el espacio suficiente para la rampa de acceso por donde bajará la maquinaria para sacar los materiales.
Serán semanas difíciles para las familias de los 10 mineros. Es una acción en la que por fin la CFE estará plenamente involucrada, y ya con un calendario de acciones y fechas será más fácil que las familias y quienes exigen la búsqueda de este grupo de trabajadores, pueda dar seguimiento y pedir justicia para estas personas, que lo único que hacen es ganarse la vida sacando toneladas de carbón, bajo condiciones mínimas de seguridad. Triste la realidad de este sector en Coahuila.
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