Saltillo, Coah.- Las hermanas de Elisa Loyo Gutiérrez, la chef saltillense hallada muerta el viernes pasado en el Hotel Fontana Leisure Park & Casino, en Filipinas, exigirán hoy una segunda autopsia a las autoridades del país asiático.

Sofía y Lucía Loyo, quienes llegaron el sábado a Filipinas e iniciaron los trámites de traslado del cuerpo de la víctima, aseguraron que la necropsia que se realizó fue hecha de manera superficial.

Y es que los estudios no revelan el origen de las lesiones en las muñecas y en el abdomen, y tampoco dicen si acaso sufrió un ataque sexual o si presentaba indicios de alcohol o drogas en su organismo.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó en un comunicado que el cuerpo de Elisa fue hallado con signos claros de asfixia; sin embargo, dice que carece de más elementos para determinar las circunstancias exactas del deceso y exigió su esclarecimiento.

“Un forense dijo que a pesar de que Elisa tenía un cable en el cuello, no tenía rasguños en su cuello (…) Una persona que se ahorca levanta las manos para intentar quitarse el cable”, dijo Sofía.

Los familiares de Elisa están convencidos de que la joven no se suicidó, pues han hallado un sinnúmero de irregularidades en las investigaciones.

“PRESENTABA ELISA VARIAS HERIDAS’: DICEN HERMANAS

La necropsia fue ‘superficial’;
no revela el origen de las lesiones

Las lesiones que presentaba el cuerpo de Elisa Loyo el día en que fue hallada muerta en el Hotel Fontana Leisure Park indican que su deceso no fue un suicidio.

Y es que la joven chef saltillense tenía varias heridas, según dijeron sus hermanas, que están en Filipinas.

Lo cierto es que el caso de Elisa, quien desde septiembre trabajaba en el hotel en la apertura de un restaurante francés en esa empresa, ha estado envuelto en dudas.

En un principio, el personal del hotel sostuvo que fue un suicidio, y que el cuerpo fue encontrado en la oficina de la chef, mientras que la policía informó que fue hallada colgada y con manchas de sangre en un almacén.

“Se practicó una autopsia superficial, sólo de golpes que tenía en su cuerpo”, señaló Sofía Loyo, hermana de Elisa, desde Manila.

La necropsia indica que tenía contusiones en las muñecas, en el lado derecho e izquierdo del cuello, y una incisión en el abdomen hecha con un objeto puntiagudo.

“Un forense nos dijo que, a pesar de que Elisa tenía un cable en el cuello, no tenía rasguños en su cuello”, explicó Sofía. “Una persona que se ahorca, como reacción, levanta las manos para intentar quitarse el cable”.

Indicó que exigen otra autopsia, porque ésta no señala el porqué de las marcas en las muñecas; no establece cuánto tiempo tenía de haber muerto, no se analizó su sangre para ver si estaba intoxicada ni se realizó un examen para determinar si sufrió agresión sexual.

Los familiares apuntan a un asesinato, ya que la chef denunció robos de alimentos de las bodegas del hotel, cometidos por empleados que luego fueron encarcelados.

Tras la denuncia, un subordinado de la joven habría recibido un mensaje de celular con amenazas de muerte. Las autoridades hoteleras se quedaron con el teléfono y ahora afirman que no hay reporte de ello.

Elisa también había enviado una carta denunciando maltrato de un chef de mayor rango a los directivos de la empresa turística.

Agregó además que la investigación policiaca presentó fallas. Como que no inspeccionaron el cuarto de Loyo.

Cuando ingresaron a la habitación de Elisa, se percataron de que estaba lista para la inauguración del restaurante, que abrió el 23 de diciembre. Estaban un vestido y su traje de chef.

Sofía y Lucía coincidieron en que necesitan más apoyo. Aunque ya reciben asesoría de las embajadas de México y Canadá en Filipinas.

“Estamos ante un caso muy delicado, de toda una mafia de un hotel extremadamente grande, con muchas irregularidades de todo tipo”, dijo Sofía.

“Están ahora todos encubriendo información, porque es muy delicado el hecho que un empleado del mismo hotel haya matado a una empleada”, finalizó.

DESENCADENÓ EL CASO COMENTARIOS RACISTAS
Por Claudia Olinda Morán

Tras la muerte de Elisa, en un blog en Internet se desataron comentarios racistas, motivados por un presunto odio entre las Filipinas y México.

La página senderodelpeje.com contiene desde mensajes que piden se castigue a los culpables, como de odio fincados en la relación histórica entre México y Filipinas.

“¿Fue ejecutada por las personas a las que acusó de robo al restaurante? ¡Ojalá se investigue y castiguen a los culpables!”, dice uno.

“Los filipinos odian a los mexicanos. He tenido trato directo con gente filipina y he descubierto y cinfirmado que los filipinos detestan al mexicano, ya que ellos estuvieron bajo el dominio de México (España) y ahora que EU los conquistó y les desapareció su historia, ellos (los filipinos) ven como sus rivales a los mexicanos. Maten a los filipinos”, termina el comentario.

“Los sentimientos de los filipinos hacia México y España son similares a los que existen en todas las antiguas ex colonias, incluyendo a México, hacia la metrópoli. En realidad las Filipinas fueron administradas por la corona española desde el Virreinato de la Nueva España.

“Hay grupos de filipinos que odian esa conexión histórica, que no fue con el pueblo de México, pero parece ser que no lo logran distinguir que simplemente fue un hecho de localización geográfica. Lamentablemente el nivel de educación formal del pueblo filipino es muy bajo (tampoco de eso nos podemos jactar los mexicanos) y también viven enajenados por la televisión chatarra.

“Hay otros grupos de filipinos a quienes les gusta resaltar que tuvieron alguna conexión, y en algunos casos ancestros de descendencia española, lo que para ellos parece indisolublemente ligado a México. Tampoco esto es para llamar a matar a los filipinos”, finaliza el firmante del blog.

ENFRENTAN COMPLICACIONES PARA EL TRASLADO DEL CUERPO
Por Paola A. Praga

Con la tristeza dibujada en el rostro por la pérdida de su hija Elisa, Ignacio Loyo Martínez señaló que el traslado del cuerpo de la joven chef, quien falleciera el pasado 26 de diciembre en Filipinas, está en medio de una serie de complicaciones legales y políticas.

Descartó que sus hijas Sofía y Lucía Loyo Gutiérrez corran peligro en Manila, ciudad a la que viajaron a realizar los trámites necesarios para trasladar el cuerpo.

“Como padre estoy muy dolido; pero no quiero interferir con lo que están haciendo las muchachas allá (en Manila); hablo con ellas dos veces en el día y me dicen que están bien”, mencionó Loyo.

Señaló que la Embajada de México en Filipinas está brindando el apoyo necesario al par de hijas; pero dijo que el proceso burocrático en el que ahora se encuentra el caso de su hija será largo, pues las leyes filipinas son escrupulosas y además en el sistema es frecuente la corrupción.

Loyo Martínez mencionó que la decisión de trasladar el cuerpo a Saltillo o a Canadá, lugar donde residía la joven, será discutida entre la familia directa en los próximos días, en cuanto las hermanas de Elisa tengan fecha para el traslado de los restos.

“Ellas son las que están haciendo todo, moviendo todo; yo no quiero perjudicar lo poco que lleven allá, yo desconozco mucho de leyes, entonces todo lo hemos dejado en manos de las muchachas, que confío sabrán manejar la situación” apuntó.

Los abogados y personal de la Embajada de México y Canadá en Filipinas están orientando a las jóvenes en los trámites que realizarán, ya que Elisa había entrado al país portando el pasaporte canadiense, por lo que el trabajo legal concierne a su comisión.

El cuerpo de Elisa fue velado en una funeraria de la ciudad de Manila, lugar al que asistieron sus hermanas, según lo indicó su padre. Comentó que recogieron las pertenencias de la joven, quien según lo encontrado en su departamento se preparaba para la inauguración del restaurant francés, del que lideraba la cocina.

Por su parte, familiares de la joven, de 25 años de edad, mencionaron que existen grandes posibilidades de que el cuerpo de Elisa sea sepultado en Ontario, Canadá, lugar actual de residencia de su madre.

Este domingo se concluyó el triduo de misas que se celebraron por el eterno descanso de la joven, en la iglesia Santa María Reyna de los Apóstoles, ubicada en el fraccionamiento Los Pinos de la ciudad de Saltillo.

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