Saltillo, Coah.-  Ser mujer es una experiencia que varía de acuerdo con el contexto social, histórico, político, familiar y cultural en donde se desarrolla, pues no es lo mismo ser una mujer en México en 1860 que en el país de hoy. 

Así lo explica Machelly Flores, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, quien considera necesaria la importancia de teorizar el concepto y no universalizar algo que, para muchos, puede resultar obvio. 

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Esa misma experiencia, aunque esté en un contexto histórico similar, es diferente para cada persona, no es lo mismo ser una mujer de clase alta en 2024 que una mujer precarizada, que viva en una sociedad en la que no se le permita vivir plenamente sus libertades, aunque estemos en el mismo año”, explica.

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Por eso creo que es una experiencia situada, que tiene que ver en el lugar en el que estás, y en el momento histórico en el que estás, y todo lo que atraviesa”. 

La experiencia de ser mujer empieza desde el nacimiento: un color, un aroma, la vestimenta y todos los estereotipos relacionados con lo que debería ser y/o con lo que se espera de ella. 

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Cómo asumimos y cómo vivimos eso que socializamos en los primeros años y, después, es la experiencia de ser mujer”, detalla. 

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Querer universalizar esto en una definición es muy difícil, porque mi experiencia de ser mujer es muy distinta a una persona que es vendida en una sociedad en donde ella es moneda de cambio, por el hecho de haber nacido en ese cuerpo sexuado como mujer, entonces, yo no puedo definir, desde la universalización, a todas las mujeres, porque no es una misma experiencia”.

Ser femenina…

Machelly Flores, quien realiza investigación social desde las epistemologías feministas, considera que ser mujer va más allá de lo que dice la sociedad que somos las mujeres y los roles que nos imponen. 

Es desmitificar constructos y romanticismos, como el hecho de que la mujer todo lo puede, que dar vida es su razón de ser, que debe ser una santa, no tener deseos sexuales, reprimir sus emociones con tal de que su familia funcione, y ser femenina.

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Los roles y los estereotipos sí tienen que ver con un orden social impuesto, por un sistema patriarcal que vivimos”, dice. 

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Una de las cosas que a mí me quedan muy claras del feminismo, es que no va a cuestionar lo que haces, sino te invita a preguntarte por qué lo haces, si yo me depilo, yo me maquillo, por lo menos tenemos que cuestionarnos: lo estoy haciendo por quién y por qué, y de dónde tengo la idea de que debo hacerlo o no debo de hacerlo”. 

Máximo nivel de dificultad

El machismo cultural que impera en nuestro país; los usos y costumbres que vulneran a niñas y mujeres del sur; la brecha salarial; la falta de políticas públicas para las madres trabajadoras, y los más de 4 millones de padres ausentes que no mantienen a sus hijos, son sólo algunos de los datos que aumentan el nivel de dificultad para las mujeres en México. 

Y para colmo, la burla: las “nenis”, las “luchonas”, las “feminazis”.

Gran aportación

Aquí algunos datos que, ojalá, sirvan para visibilizar la aportación de las mujeres a la sociedad y cambiar para que nada siga igual. 

En México vivimos alrededor de 128 millones de personas, de las cuales 51.2% son mujeres, y más de 50 millones tienen más de 15 años de edad.

El Censo de Población y Vivienda 2020 mostró que, a nivel nacional, 33 de cada 100 hogares tienen una jefa de familia, es decir, casi 12 millones de hogares dependen de una mujer.

Pero no sólo dependen económicamente de ellas, sino de su trabajo en casa, pues 76.9% de las mujeres en México se encarga de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos, mientras que sólo 29.9% de los hombres realiza estas labores.

Brecha salarial

La brecha salarial de género en México es de 15.8%, lo que significa que por cada 100 pesos que recibe un hombre, una mujer que realiza el mismo trabajo percibe 84 pesos. 

México ocupa el lugar 117 de 146 economías evaluadas por el Foro Económico Mundial. 

Según Coneval, el ingreso promedio en México de la población que trabaja es de 7 mil 528 pesos para hombres, y 5 mil 936 pesos para mujeres.

Mujeres de Coahuila siguen ganando menos que los hombres en los mismos puestos

Emprendedoras

Las “nenis”, Nuevas Emprendedoras de Negocios por Internet, se convirtieron en el soporte de su familia durante la pandemia, tras el desempleo y la reducción de sueldos.

El Instituto Mexicano de la Competitividad, IMCO, señala que existen alrededor de 5.2 millones de microemprendedoras en el país, cuyo impacto llega a más de 13 de millones de hogares, y generan 9.5 millones de pesos. 

Cada una invierte más de 7 horas diarias en sus negocios para obtener un ingreso promedio mensual de 3 mil 700 pesos. 

Sector informal

Ante la falta de políticas públicas que ofrezcan a las mujeres una estructura de cuidado confiable para sus hijos, como guarderías o escuelas de tiempo completo, el sector informal es, en ocasiones, la única opción de trabajo, por la flexibilidad de horarios o por ser jornadas de medio tiempo, aunque el salario sea bajo y no otorgue prestaciones.