Frontera, Coah.- Con duplicidad de término en un periodo de 144 horas y con prisión preventiva en las instalaciones del C4 quedó Leopoldo N, quien se encuentra imputado por el delito de homicidio calificado por cometerse con alevosía y utilizar un artefacto contundente, asimismo, un segundo delito calificado como robo en cuantificación aún no especificada; el homicidio en contra del funcionario de Nadadores, Roberto Falcón Castellanos, quien perdió la vida tras ser masacrado a golpes.

Tras realizar la necropsia, se determinó que fue un choque neurogénico con fractura de cráneo tras recibir 13 impactos con un objeto contundente, aún no especificado por la autoridad, mismo que dejó una escena con líquido hemático por todos lados.

Dentro de la audiencia realizada de manera virtual en el Centro de Justicia Penal, el juez Óscar Cadena, aceptó en la formulación para la imputación de Leopoldo N, quien fue identificado mediante videos en cámaras de video vigilancia ubicadas en la Presidencia y en diversos puntos de la Región Centro, lo que desencadenó su detención y audiencia inicial este sábado.

Dentro de la causa penal 87/2025, trascendió históricamente que el pasado miércoles 29 de enero, el imputado fue visto entrar a la Presidencia Municipal de Nadadores para realizar la entrega de comida, siendo visualizado por trabajadores del Ayuntamiento, quienes lo conocían por haber convivido la administración anterior con él, ya que fue funcionario en el departamento de Turismo y Desarrollo Social.

El escondite
En el “entrar y salir” de la Presidencia varias personas notaron extrañeza en sus preguntas, pues les cuestionó a qué hora se iban e incluso uno de ellos se percató de que volteaba constantemente hacia la parte superior de la Presidencia, en donde se escondió por un periodo de más dos horas.

Al llegar cerca de las tres de la tarde, Leopoldo N, se escondió en una oficina de la Presidencia Municipal y poco más de dos horas después bajó para realizar algunos movimientos y en el lapso de las 5:40 a las 5:55 de la tarde, fue en un video grabado captado portando un suéter azul con capucha y un cubrebocas para ocultar su rostro.

Acto seguido ingresó a la Tesorería saliendo en un promedio de 15 minutos después para huir en la Chevrolet Suburban, propiedad del difunto Roberto Falcón.

El despiste
Una vez que escapó del sitio, se dirigió hacia la antigua estación del tren ubicada en el ejido Villa de Nadadores, desde donde le llamó a su trabajador Julio César Trinidad, para solicitarle que fuera por él y lo llevara a otro destino, siendo dejado en el libramiento Carlos Salinas de Gortari, cercano al Hotel BLU.

De igual forma en el transcurso desde Nadadores hasta Frontera, Julio César Trinidad, se percató que Leopoldo N., tenía una herida en la frente, a lo cual el imputado le respondió que se había dado un golpe, sin precisar el cómo fue.

Después le marcó a Manuel Ferrer Pérez, quien lo llevó hasta la casa de su mamá y su hermana, percatándose también de la herida en la parte frontal, además de percatarse que se encontraba muy nervioso y con una actitud muy errante, esto según las declaraciones tomadas por la Agencia de Investigación Criminal de los dos mencionados.

En este trayecto pidió un pantalón nuevo y cambiarse de ropa, así como asearse para posteriormente tirar una bolsa que contenía la ropa que traía previo a su llegada a la casa de su hermana y su madre.

La búsqueda
A la par de esta situación, la tesorera de Nadadores, Sheila Aglaé Ontiveros Flores, así como la secretaria del departamento de Tesorería, Ivonne Escobedo Rodríguez, quienes se habían percatado de la constante presencia de Leopoldo N., en la Presidencia durante el día miércoles, incluso revisaron las cámaras desde temprano, pues se había quedado parado mucho tiempo en las escaleras; aunado a que identificaron su camioneta estacionada cerca del Palacio Municipal, siendo una camioneta RAM en color rojo, que era propiedad de Leopoldo.

Según la versión de las funcionarias, se percataron de su presencia pero momentos después salió al patio y dieron por hecho de que se había retirado.

Luego del brutal ataque, agentes de la Agencia de Investigación Criminal solicitaron ver los videos de vigilancia, trascendiendo la aparición de un hombre con suéter azul con capucha y cubierto del rostro con un cubrebocas, teniendo la misma ropa con la que habían visto a Leopoldo N., horas antes.

Caminados lo delatan
Trascendió que el reconocimiento de la personalidad de Leopoldo también conocido como “Polo”, como posible autor material de homicidio doloso, se debió a la manera en que camina el imputado, coincidiendo las declaraciones de las diversas personas que vieron los videos en que sus movimientos “son un tanto afeminados”.

Macabro hallazgo
Dejando la escena del crimen con el cuerpo de Roberto Falcón, semi-sentado entre cajas y hojas, además de salpicaduras de sangre por todos lados, fue el director de Salud, Miguel Ángel Tapia Alcalá, quien cerca de las siete de la tarde acudió a la parte trasera de la Presidencia para alimentar a un perro y procedió a echar un vistazo por las ventanas traseras, a modo de revisión.

Percatándose que había huellas de color rojo, marcadas en el piso y un charco de sangre, por lo que de inmediato alertó a las autoridades.

Está enfermo
Como parte de los beneficios concedidos, Leopoldo N, se le permitió permanecer recluido en las instalaciones del C4 donde además que le permitieron ingresar los alimentos y comunicación con sus abogados, la defensa argumentó que el imputado requiere tomar medicamentos para controlar dos enfermedades que mantiene desde hace años como lo son ansiedad y una depresión severa.

Ante esta situación, el imputado podría entrar en un periodo de desmejora emocional o de salud, comentó la defensa, por lo que el ingreso del medicamento le fue aprobado, aunque de manera dosificada a fin de evitar posibles prácticas que atenten contra su vida.

Petición denegada
Como parte de los beneficios que se agregaron para Leopoldo N., él solicitó una Biblia desde el primer momento en que se vio detenido, sin embargo, por algunos reglamentos internos no se le permitió, sin embargo, el Juez a modo de beneficio y de que estará hasta el próximo jueves y posiblemente todo el proceso legal en prisión, le concedió que pueda ingresar una Biblia para su lectura.

Finalmente, será este jueves 5 de febrero cuando se retome la audiencia en punto de las 2:30 de la tarde, dentro de la carpeta y causa penal 87/2025, luego que el pasado miércoles 29 de enero, la tranquilidad del Municipio de Nadadores se vio abruptamente interrumpida por un brutal ataque que resultó en la muerte del funcionario local, Roberto Falcón Castellanos.

La coartada
El 29 de enero, “Polo” fue visto entrar a la Presidencia Municipal de Nadadores para entregar comida; con nerviosismo les preguntó a los trabajadores sobre su hora de salida, mientras vigilaba la parte superior de la Presidencia.

A las 3 pm, “Polo” se escondió en una oficina donde estuvo más de dos horas; bajó y entre las 5:40 y 5:55 pm y fue captado en un video con un suéter azul con capucha y un cubrebocas.

Ingresó a la Tesorería, salió alrededor de 15 minutos después y abordó la camioneta Chevrolet Suburban, propiedad de Beto Falcón.

Se dirigió a la antigua estación del tren ubicada en el ejido Villa de Nadadores, le llamó a su trabajador Julio César Trinidad para solicitarle que fuera por él y lo llevara a el libramiento Carlos Salinas de Gortari; Trinidad notó el golpe que tenía en la cabeza.

Después le marcó a Manuel Ferrer Pérez, quien lo llevó hasta la casa de su mamá y su hermana, percatándose también de la herida y su nerviosismo. En el trayecto “Polo” pidió un cambio de ropa y se aseó, para luego tirar en una bolsa las prendas que se quitó.

El cuerpo de Beto Falcón fue encontrado por el Director de Salud a las 7 pm, hora en que acude regularmente a darle de comer a un perro en la parte trasera de la Presidencia; al asomarse fortuitamente a una ventana vio el cuerpo ensangrentado y sin vida de quien en vida fue el titular de Catastro.

Aunque tenía cubierto el rostro, al observar los videos funcionarios de la Presidencia reconocieron a “Polo” por su vestimenta y caminar amanerado, cuando salió de la Tesorería y huyó en el vehículo del finado.