Piedras Negras, Coahuila.- Hoy se cumplen siete años del sentido fallecimiento de Jesús Gerardo “Gero” Reyes Morales, considerado por muchos como el mejor basquetbolista nacido en Piedras Negras, ya que dejó un gran legado difícil de igualar al haber brillado en las duelas a nivel nacional e internacional en representación de esta frontera, de Coahuila y de México, y también en el vecino estado de Nuevo León cuando formó parte de los Borregos del Tecnológico de Monterrey.

Quedó campeón nacional universitario con los Borregos en 1981, jugó en la Universiada Mundial y formó parte de la selección mayor en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se llevaron a cabo en la República Dominicana en 1987, además de militar en 1986 en los equipos profesionales Frayles de Guasave, Sinaloa, y Limoneros de Colima en el fuerte Circuito de Baloncesto de la Costa del Pacífico (Cibacopa), cuyos directivos lo designaron el “Novato del Año”.

Se inició en el llamado “deporte ráfaga” siguiendo los pasos de sus hermanos, con quienes conformó una dinastía, comenzando su carrera en las canchas de la escuela primaria Francisco P. Estrada, donde a los 12 años representó a Piedras Negras y a Coahuila en una selección de basquetbol comandada por el profesor Juan Antonio Martínez Escobedo, con la cual consiguió el campeonato en los Juegos Nacionales Miniolímpicos que se efectuaron en la capital del país en 1973.

Debido a su residencia que tuvo en Monterrey cuando estudiaba en el Tecnológico, fue jugador titular de la selección de Nuevo León de 1982 a 1986, donde participó en cinco torneos nacionales de Primera Fuerza ininterrumpidos y fue nombrado “Novato del Año” en el evento nacional que se llevó a cabo en Ensenada, Baja California, en 1982, y después, en 1983, integró la selección mexicana de baloncesto que brilló en la Universiada Mundial que se realizó en Edmonton, Canadá.

En 1984 fue elegido por el gobierno del estado de Nuevo León para portar la antorcha en la ceremonia inaugural de la Universiada Nacional que tuvo como sede Monterrey, y posteriormente, en 1985, fue nombrado el “Jugador Más Valioso” del Campeonato Nacional de Primera Fuerza, lo que le valió ser declarado el “Deportista del Año” en la vecina entidad neoleonesa, y hay que destacar que en el año 2004 fue entronizado al Salón de la Fama del Deporte del Tec de Monterrey.