Coahuila
Por
Grupo Zócalo
Publicado el jueves, 10 de abril del 2025 a las 04:50
Torreón, Coah.- La respuesta de Román Alberto Cepeda González al asesinato de Rolando Medina Puentes, a manos de un elemento del GRT, tardó dos días, y cuando llegó, fue entre carcajadas.
Desde la comandancia de Policía, el Alcalde ofreció una rueda de prensa flanqueado por su secretario del Ayuntamiento, José Gánem, y el comisionado de Seguridad, César Perales. Todos sabían lo que había ocurrido. Todos sabían que la familia de Rolando acababa de enterrarlo. Y aún así, se rieron.
“
Ya hasta me tenían en caja de muerto”, dijo el Alcalde, al desviar la atención del caso para hablar de su estado de salud. La frase fue seguida por risas en coro. Rieron él, Gánem, Perales. Rieron mientras una comunidad llora a un joven asesinado por un agente bajo su mando. Rieron como si la muerte fuera un chisme, no una tragedia.
El asesinato fue abordado como un punto más del orden del día. Se lamentó, sí, pero sin asumir responsabilidad política. No hubo disculpa, autocrítica. El discurso oficial se centró en justificar el operativo y en cargar la culpa al “contexto”: que los machetes, que las agresiones, que el mandato judicial. Todo menos un “nos equivocamos”, o un “esto no debió ocurrir”.
Más grave aún fue el tono. Mientras la familia de Rolando exige justicia y la comunidad del ejido sigue conmocionada, el Alcalde dedicó buena parte de la conferencia a hablar de sí mismo, a defender su salud, a atacar a “zopilotes carroñeros” –así llamó a quienes critican su gestión– y a ensalzar su proyecto político. Lo hizo con ligereza, con sarcasmo, burlón.
En Torreón, la muerte de un ciudadano a manos de la policía no logró sacudir el humor del Edil, ni de sus colaboradores. El caso se trata como un inconveniente menor, como un incidente administrativo. No hubo luto, ni duelo. Sólo burla.
A más de 48 horas del homicidio, el Alcalde Román Alberto Cepeda no quiere ver a la familia, por más que aseguró que puso a su disposición al Gobierno municipal. Nadie del Ayuntamiento lo ha hecho.
En cambio, este miércoles la prioridad fue asegurar que “el proyecto Román sigue con todo”, que “aquí hay Román para rato”, y que los rumores sobre su salud no tienen fundamento. Fue una conferencia para protegerse, no para responder.
Mientras tanto, en el ejido Nuevo Mieleras la tierra está todavía fresca sobre la tumba de Rolando. Sus padres, sus hermanos, sus vecinos, no olvidan. Saben que hay un muerto y que los responsables se ríen. Y no sólo el que jaló del gatillo.
Más sobre esta sección Más en Coahuila
Hace 13 horas
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias