Cd. de México.- Los Juegos Olímpicos Atlanta 1996 fueron uno de los más complicados en la historia para la Delegación de México, que únicamente logró una medalla de bronce en los 20 kilómetros de marcha.

Alegría otorgada por Bernardo Segura, quien se impuso a la presión de los dirigentes y le regaló al país una tarde inolvidable en el Centennial Olympic Stadium.

El momento dejó en el exdeportista un sentimiento agridulce, al llegar con la etiqueta de favorito, luego de imponer tres récords mundiales dos años antes.

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Muchos medios a nivel internacional hacían sus pronósticos y me ponían como medallista. Recuerdo estar en la Villa Olímpica y ver que a mis compañeros les iba mal. Había mucha presión de los directivos, que veían a la marcha como única posibilidad”, compartió el exatleta mexicano olímpico.

Segura, quien terminó la prueba por detrás del ecuatoriano Jefferson Pérez y el ruso Ilya Markov, narró que una parte vital para no arriesgar en la recta final fue contar con dos amonestaciones.

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Podría definir esa competencia en tres partes. Previo, estás nervioso, intentando estar concentrado y, al dar el disparo, esos sentimientos se van. En la prueba debes estar atento para evitar escapadas y cuidarte de los jueces. En la recta final tenía dos tarjetas y no podía arriesgarme a ser descalificado”, dijo. “Llegué a la meta con un sentimiento agridulce”.

¿Quién es?

Bernardo Segura

Disciplina: Atletismo

Edad: 54 años

Nac.: San Mateo Atenco

Medallas olímpicas: 1