Monterrey
Por Agencia Reforma
Publicado el miércoles, 1 de enero del 2025 a las 19:16
Monterrey.- Después de 13 días de ser detenido por Agentes de la Fiscalía Anticorrupción, el director de Inspecciones de la Secretaría del Trabajo, Blas Escamilla, abandonó el Penal de Apodaca.
Tras obtener un amparo contra la prisión preventiva, el funcionario estatal salió del centro penitenciario a las 18:00 horas.
Afuera lo esperaba su esposa y un grupo de empleados de la Secretaría del Trabajo.
Escamilla dijo que su detención y encarcelamiento fue un atropello a sus derechos.
Dijo que desde el Congreso del Estado utilizaron a la Fiscalía y al Poder Judicial para apresarlo injustamente.
“ El sistema de justicia se ha estado utilizando facciosamente para persecuciones políticas que operan desde el Congreso del Estado, de parte de los diputados del PR IAN.
“ De forma ilegal y utilizando sus privilegios“, afirmó con la voz entrecortada, “me han acusado de abuso de autoridad por atreverme a pedirle a sus familiares que cumplan con la Ley como todos los ciudadanos lo hacemos”.
Aseguró que él sólo hacía su trabajo en los operativos que realizó el año pasado la dependencia estatal.
Escamilla se veía en buen estado de salud, pese a que el sábado fue trasladado al Hospital Universitario por problemas relacionados con la diabetes que padece.
Héctor Mateos, abogado de Escamilla, explicó que el funcionario llevará su proceso en su domicilio.
Entre porras y arengas de un grupo de empleados de la Secretaría del Trabajo, Escamilla dijo que los días que estuvo en prisión fueron difíciles, ya que pasó las celebraciones decembrinas en las celdas.
El director de inspecciones fue detenido el 19 de diciembre cuando salía de su oficina, en el Centro de Monterrey.
Agentes de la Fiscalía Anticorrupción lo detuvieron para enfrentar una denuncia presentada en junio del 2023.
La denuncia fue interpuesta luego de que acudió a inspeccionar una ferretería propiedad de la mamá de la diputada local Perla Villarreal.
En esa ocasión, el funcionario habría acudido junto a elementos de Fuerza Civil al negocio localizado en la Colonia Puerta de Hierro, en Monterrey.
Según los denunciantes, ordenó a los policías que detuvieran a los empleados.
Escamilla es señalado por legisladores del PRI y PAN de utilizar su cargo para “hostigarlos” a través del cierre de algunos negocios.
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