Arte
Por
Agencia Reforma
Publicado el viernes, 11 de abril del 2025 a las 04:05
Ciudad de México.- Las obras arquitectónicas requieren procesos y temporalidades que trascienden las coyunturas políticas, económicas o de otra índole en las que se originaron, de modo que sólo alrededor del 30% de los proyectos se concluyen, revela en entrevista el arquitecto Enrique Norten, quien presenta una exposición con aquellas no concretadas.
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Probablemente el 30 o el 35% de los proyectos que trabajamos se llevan a cabo, y de los que se llevan a cabo no todos se concluyen, y de los que concluyen no todos se concluyen bien, entonces son procesos muy largos y complejos los que propician que sucedan este tipo de cosas”, dice desde su despacho, ante un bote que contienes lápices, todos bien afilados, dispuestos para los apuntes o trazos que perfila siempre en los momentos más insospechados, incluso a bordo de un avión.
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Puede ser en los aviones o en cualquier otro lugar; generalmente ando con mis instrumentos y mi libreta, porque uno anota ciertas cosas, con palabras o con algún croquis. Eso tampoco quiere decir que estoy haciendo un proyecto: son simplemente ideas o cuestionamientos que uno mismo tiene y que ameritan explorarse después con más detenimiento”, explica.
Ideas en Tránsito; No Construidos: Enrique Norten/TEN Arquitectos es el título de la muestra que presenta en el Museo Franz Mayer, reuniendo 15 proyectos concebidos por el ganador en 2018 de la Medalla Bellas Artes y su despacho a lo largo de 35 años y que no se materializaron.
El arquitecto portugués Pedro Gadanho, excurador de arquitectura contemporánea en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), seleccionó para la muestra propuestas como la Visual and Performing Arts Library de Brooklyn, el Centro Comercial Acapulco, el Museo Guggenheim de Guadalajara, el Teatro Metropolitano de Querétaro, el College Avenue Campus de la Universidad Rutgers en New Brunswick, la Free Library of Philadelphia y el Centro de Estudios Perlas del Mar de Cortés en Sonora.
De la Ciudad de México figuran la Torre Santander, el Parque Los Olivos, el Museo del Niño, el Mercado Tepito, el Museo Nacional de Energía, el Centro de Investigación de Estudios sobre el Agua en Xochimilco y el Parque SCOP.
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Ha sido un gran ejercicio para mí y para mi equipo regresar y revisar ciertos pensamientos o ciertas propuestas que algunos ya no teníamos muy presentes, y de ahí poder entender que mucho de lo que estamos haciendo ahora tiene sus fundamentos desde entonces y probablemente desde antes, desde que estaba en la escuela o (desde) que estaba trabajando para otras personas; desde entonces ya se ven algunas inquietudes y algunas ‘rebeldías’”.
Al preguntársele que de dónde se hace patente este espíritu de rebeldía en él mismo como en su trabajo, apunta que “nunca dejamos de experimentar. Es uno de nuestros más grandes privilegios: que cada proyecto, cada caso al que nos acercamos, permite esta oportunidad de inventar y de experimentar; siempre hay algún riesgo que tomar. Claro que, con la experiencia, con el tiempo y con el trabajo, los riesgos son menores”, explicó.
Cuando uno es muy joven los riesgos son muy grandes, porque si uno no arriesga en ese momento, se queda atorado”.
Norten sostiene que la Ciudad es arquitectura y la arquitectura Ciudad, e insta a valorar los vacíos como parte de ella.
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Nuestra responsabilidad como arquitectos es hacer simultáneamente ambas cosas. La ciudad está hecha de masas, de volúmenes y de vacíos. Generalmente a nosotros se nos pide trabajar con las masas, eso es lo que la gente comúnmente llama arquitectura, o la arquitectura de las ciudades, pero los vacíos también son la arquitectura de las ciudades, y los vacíos no son lo que sobra”, aclara.
Los vacíos, añade, hay que definirlos y diseñarlos para que complementen las ciudades, y son tan esenciales que las metrópolis de México o del mundo resultan memorables para las personas no tanto por sus masas arquitectónicas como por sus vacíos.”Difícilmente entramos a las masas, quizás a un hotel, a un museo o un restaurante, pero lo que usted se lleva de las ciudades, lo que aprecia y experimenta son sus vacíos”, enfatiza.
“Los vacíos”, precisa, “son calles, plazas, parques: todo lo que no está construido y que es parte de nuestra experiencia cotidiana”.
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