“Se cosecha lo que se siembra”.

En la Biblia, en 2 Corintios 9:6-11, se lee lo siguiente: “El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría”.

El exgobernador Miguel Ángel Riquelme, actualmente candidato a Senador por el Estado de Coahuila, simplemente está cosechando lo que se ha encargado de sembrar a su paso como servidor público y como ciudadano. Él es uno de los escasos y privilegiados exgobernantes que pueden andar libremente caminando por las calles sin escoltas y entrar a restaurantes y lugares públicos sin esperar ser repudiado u ofendido, al contrario, ser amablemente saludado y felicitado, y como él mismo comenta, puede ir tranquilamente a cualquier taquería, al futbol y al beis.

Debido a las complejas y peligrosamente negativas circunstancias políticas que agobian a nuestro país, y por ende como consecuencia directa, también a nuestro estado, Miguel Ángel Riquelme es exactamente la persona idónea para estar en el lugar indicado y en el momento preciso, en donde más lo necesita Coahuila y el gobernador Manolo Jiménez: en el Senado de la República. Cada día que pasa es mas incierto y surrealista el panorama y el futuro de nuestro país, cada día salen de Palacio Nacional peores ocurrencias, disparates y reformas demenciales que independientemente de quien gane la Presidencia de la República, dejaran a nuestro país con graves daños económicos, políticos, sociales y administrativos. El caos es inevitable y están a punto de estallar diversas crisis sostenidas frágilmente por el Gobierno federal, tan sólo esperando a que pase el próximo 2 de junio, crucial día en el que se decidirá el destino de nuestro país y nuestro pueblo. Pero, pase lo que pase, Coahuila necesitará indudablemente, voces y voluntades, firmes, fuertes e inteligentes que hablen por nuestro estado desde la Cámara de Senadores y de la de los Diputados. Hace más de 2 mil años que los seres humanos, primero en Grecia y después en Roma, hemos designado de una u otra forma a conciudadanos que, supuestamente, defenderán desde puestos gubernamentales nuestros derechos y lucharán por mejorar nuestras vidas, pero lamentable y habitualmente, los ciudadanos somos traicionados y tales representantes sólo se benefician a ellos mismos. Aquí en nuestro México, cuando por fin se acabaron las luchas intestinas de la Revolución y hubo cierta paz, a inicios y mediados de la década de 1920 se instituyeron las Cámaras de Diputados y Senadores; durante muchas décadas, hay que reconocerlo, ambas cámaras fueron sólo de levanta dedos unánimes. Eventualmente, cuando se logró cierta alternancia y opositores en las cámaras, hubo mayor necesidad de negociar y consensar las mejores decisiones para el bien del país, pero todo eso se perdió con el arribo al Palacio del “demente presidencial” y sus inmorales y serviles fanáticos de Morena. Estas próximas legislaturas federales serán de las más interesantes, importantes y trascendentes de la historia de México. Yo estoy seguro que, desde el Senado, Miguel Angel Riquelme tendrá el valor y la sabiduría para destacar positiva y dinámicamente entre la bola de borregos, pusilánimes, cobardes y traidores que seguramente llegarán de nuevo a ambas Cámaras, y que él sabrá y podrá luchar por lo más conveniente para México y Coahuila. Sus actos y logros lo respaldan a través de toda su trayectoria como funcionario público y gobernante, como también se confirma en la Biblia: “Por sus frutos los conoceréis” y, pues, nuestro exgobernador y futuro senador dejó a Coahuila posicionada como una de las mejores entidades federativas para bien vivir y trabajar en armonía y máxima seguridad. Precisamente, uno de los principales objetivos de la plataforma en el Senado de Riquelme es implementar a nivel nacional “el milagro coahuilense de seguridad”, el cual se logró llevar a cabo después de sufrir recortes por 23 mil millones de pesos, dejándole sólo 224 millones para seguridad, pero a base de un gran esfuerzo y buen gobierno financiero, se destinaron a ese rubro recursos propios por más de mil millones anualmente, siendo uno de los estados que mas invierte en seguridad a nivel nacional, permitiéndonos vivir en paz y tranquilidad a los coahuilenses, que es, a final de cuentas, lo que más se reconoce y agradece. En la gran mayoría de los estados de la República, las autoridades y las policías municipales y estatales, se deslindan de su responsabilidad con el pretexto de que ese “fue un delito federal” o “fue un delito del fuero común”. En Coahuila se combaten todos los delitos, desde el de alto impacto hasta los de fuero común. “Un policía municipal le entra a combatir a la delincuencia organizada y en cada municipio hay un grupo de reacción inmediata”. El próximo senador Riquelme expresa que su plataforma política tiene como eje fundamental impulsar el modelo Coahuila en todo el país. “Un modelo nacional que nos permita blindar todas las regiones, buscando el regreso de los fondos federales para seguridad a los estados, y además impulsar que la coordinación de las policías se pueda integrar en un marco jurídico constitucional, donde las autoridades se hagan realmente responsables de la seguridad de las y los ciudadanos”. Exportando así, a nivel interno nacional, un modelo honesto, eficiente, y “orgullosamente coahuilense”.