Monterrey.- Al igual que ocurrió con las presas y ríos, la tormenta “Alberto” revivió el manantial La Estanzuela, que opera como fuente de abastecimiento para el área metropolitana desde 1909.

La pobre corriente que exhibía el arroyo antes de las copiosas lluvias se transformaron en un importante caudal dentro del parque estatal ubicado en el sur de Monterrey.

El agua cristalina y de tono turquesa recobró fuerza dentro de La Estanzuela, volviendo a bajar por el Arroyo El Calabozo hasta unirse con el Río La Silla, lo que no se veía desde hace algunos años.

El 3 de noviembre del 2022, EL NORTE publicó que al ser aprovechada casi toda su agua para el abasto de la Ciudad, el Arroyo El Calabozo dejó de tener corriente desde su salida del Parque La Estanzuela hasta su unión con el Río La Silla, en el sur de Monterrey.

La corriente del arroyo era interrumpida dentro del parque y desviada por completo a la red de Agua y Drenaje.

Pero ahora la situación es muy diferente: el caudal da para que una parte vaya a la red y que otra fluya por el cauce.

“ Lo que más nos preocupaba eran los árboles, muchos de ellos centenarios, y en sí todo el ecosistema que no se viera afectado por la falta de agua”, expresó Jorge López, residente de un sector junto al Arroyo El Calabozo.

“ Por fortuna llovió bastante (con “Alberto”), sólo esperemos que así siga o que cuando menos se mantenga algo de corriente por el arroyo de una forma permanente”.

Dentro del Parque La Estanzuela, el arroyo luce su mejor cara, incluso con fuertes corrientes y con abundantes cascadas en la parte alta de la sierra.

“ Estas cascadas siempre han estado, pero ya tenían muy poca agua. Así como están ahorita, hacía muchos años que no lo veía”, aseguró Santiago Garza, quien dijo ser visitante regular del parque.