Arte
Por Agencia Reforma
Publicado el viernes, 3 de enero del 2025 a las 04:06
Ciudad de México.- La vida del fotógrafo alemán Hugo Brehme se lee como una suerte de novela de aventuras, donde sus obras son el testimonio de un espíritu viajero cuya sensibilidad fue romántica ante los paisajes y empática hacia las personas.
Durante su fructífera carrera, Brehme (1882-1954) se decantó primero por África, pero al contraer una malaria que por poco lo mata, después se decidió por Centroamérica, donde retrató el Canal de Panamá, Honduras, el Salvador y Guatemala, hasta que llegó a México, su patria adoptiva.
A 70 años de su fallecimiento, sus imágenes de volcanes, de zonas arqueológicas recién descubiertas, de los pueblos y sus costumbres, y de la Ciudad de México, entre otros temas, conforman uno de los más invaluables acervos fotográficos de la primera mitad del siglo 20.
Para honrar su trayectoria, la recién abierta Galería Casasola realiza una exposición mayormente dedicada a Brehme que, además, lo reúne con otro gigante de su tiempo: el fotógrafo Agustín Víctor Casasola (1874-1938).
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Es un tributo muy discreto a la obra de Brehme, centrándonos en algunos de los pilares de su obra, que son las costumbres y tradiciones mexicanas, la arquitectura civil y religiosa, y la arqueología”, explica Adrián Casasola, fundador de la galería y bisnieto del insigne fotógrafo mexicano.
Ubicado en el segundo piso de la galería Caracol Púrpura (Benito Juárez 2D, colonia San Angel), el nuevo recinto dedicado a la fotografía celebra a Brehme con una muestra donde las fotografías se exponen en múltiples formatos, pero con un decidido cuidado en la calidad de impresión.
La diversidad temática de la exposición, con imágenes en ocasiones poco conocidas, proviene del archivo de los herederos de Casasola, quienes tienen un apartado especial del acervo de su familiar con autorización del INAH, además de una parte del archivo de Brehme, adquirido directamente a su hijo.
Sobre el alemán, Adrián Casasola destaca su profundo arraigo con México, el país que fue su inspiración y donde fundó una conocida tienda de artículos fotográficos.
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Hay que recordar que las primeras fotos que se publicaron sobre la arqueología mexicana fuera del país fue gracias a Brehme, en National Geographic”, recuerda. “Y también que, en 1926, la primera cámara que compró el famoso fotógrafo mexicano Manuel ¡lvarez Bravo fue en el estudio de Hugo Brehme; hay una serie de historias increíbles”.
La exposición hace énfasis, precisamente, en la compenetración de Brehme con todo el país, que recorrió para documentar tradiciones y creencias que, en la actualidad, se han ido perdiendo.
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Era algo que le apasionaba, entonces tenemos fotografías, por ejemplo, del lago de Chapala, o de indígenas tarahumaras, o una vendedora de sombreros de Irapuato, o un mercado de cerámica en Valle de Bravo y, obviamente, de la Ciudad de México”, relata el galerista.
Las entrañables fotografías de Brehme también retratan oficios que se han modificado con el paso de los años, como el de un vendedor de quesos en Cholula, tomada cerca de 1910, en el que el protagonista lleva sus productos en canastas que cuelgan de un palo, tratando de venderlos contrarreloj para que no se echen a perder.
…Este es el caso también de los vendedores de loza, o de las tradicionales jarcierías, donde se vendían productos de fibra vegetal, o de las dinámicas que solían ser habituales en las pulquerías.
Las fotografías de Brehme se exhiben también con las de Casasola para realizar composiciones de gran valor documental, como una donde, a través de seis fotografías, ambos cronistas de la lente muestran los transportes de su época, como los ferrocarriles y los primeros aviones.
La exposición, que va rotando de piezas dependiendo de las ventas, está abierta de lunes a domingo, donde además puede consultarse el catálogo de ambos fotógrafos para pedidos especiales.
Dividida temáticamente, la obra de ambos artistas puede ser adquirida con un certificado de que proviene de la original y en distintos formatos de impresión.
En exhibición en la Galería Casasola, esta primera selección de obra de Hugo Brehme permite redescubrir a un fotógrafo aventurero que se enamoró de México y lo hizo su casa.
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