Parafraseando al científico inglés Charles Darwin, “No es la más fuerte de las especies, ni la más inteligente, la que sobrevive, sino la que se sabe adaptar mejor al cambio”, afirmación relacionada con la teoría de las especies para su evolución, pero también incide en los profesionistas y en este caso para las y los abogados.
El ejercicio profesional del derecho ha cambiado, cambia y cambiará. En mi experiencia personal egresé de la licenciatura en derecho en 1999, atesoro gratas experiencias de mi época estudiantil y desde entonces he tenido claro que una cosa es el estudio y otra distinta la práctica del derecho en el terreno de los hechos, lo que he podido confirmar en mi desarrollo profesional. Muchas cosas han cambiado, lo que hacíamos en 1999 se parece poco a lo que se hace hoy, especialmente en cuestión de formatos. Las nuevas tendencias del derecho exigen evitar ser superados por los avances y que los conocimientos jurídicos queden desfasados.
La comunidad jurídica debe estar preparada para tomar las mejores decisiones para aprender a moldear las nuevas realidades de nuestra profesión.
Los cambios radicales que ha generado en el servicio de transporte la llegada de distintas aplicaciones como “Uber” o “InDrive”, aplicaciones como “Amazon” y “Mercado libre” han transformado el mundo mercantil, el sector hotelero ha sido afectado por servicios de “Airbnb”, “Netflix” acabó con los videoclubs o analizar como la “telemedicina”, ha impactado el trabajo de la comunidad médica.
Un aspecto fundamental que afecta el futuro de la profesión se presenta frente al surgimiento de nuevas tecnologías que gradualmente se aplican al ámbito jurídico. Las tecnologías de la información que surgen permiten a la sociedad estar informada, estudiar derecho comparado e ir más allá de las fronteras en la prestación de servicios legales; hoy la inteligencia artificial puede plantear alternativas para solución de problemas. Estos avances pueden ser una oportunidad para un sector de la comunidad jurídica o puede ser una amenaza para otro sector; lo cierto es que la tecnología no parará y sus cambios impactan el ejercicio del derecho. El cambio tecnológico es una realidad y es necesario obtener el mayor beneficio a la exploración de las nuevas realidades del derecho; la masificación de redes sociales y el uso de internet protagonizan grandes cambios y existe un alto valor en el mercado que es dominado por la tecnología.
Las tareas de marketing suponen un aprendizaje individual y organizacional. Es importante diseñar estrategias propias a nuestro tiempo y nuestra circunstancia para cambiar lo que no esté funcionando y poder adelantarnos a observar y atender las nuevas tendencias que el futuro anuncia.
Las crisis económicas han tenido y siguen teniendo consecuencias en el mundo del derecho. En tiempos de crisis en ciertos sectores de la comunidad jurídica la carga de trabajo disminuye y en otros aumenta; las crisis económicas exigen siempre un mejor desempeño profesional del derecho.
Es menester que los estudiantes de derecho dejen de repetir de memoria los conocimientos de clase y desarrollen habilidades y destrezas para descubrir y redescubrir lo que el derecho es y será. Es importante aceptar lo mucho que ha cambiado el mundo y la imperante necesidad de invertir en la transformación y consolidación de las capacidades profesionales para seguir ofreciendo utilidad antes de que los cambios arrasen con el gremio y estar atentos a éstos para darles acompañamiento y molde en la construcción del Estado democrático de derecho.
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