Arte
Por
Christian García
Publicado el lunes, 8 de marzo del 2021 a las 04:30
Saltillo, Coah.- Desde hace 20 años, Liliana Pedroza (Chihuahua, 1976) se dedica a investigar a las escritoras que, pese a su calidad literaria, han caído en el olvido o no han logrado llegar al público, principalmente porque hay un sistema en el que los autores han tomado los reflectores iluminándose a sí mismos y dejando a otros en las sombras.
Es por ello que Pedroza ha decidido andar ese camino en la oscuridad pero acompañada de una pequeña luz, cuya meta es rescatar a escritoras de los últimos 100 años en A Golpe de Linterna. Antología inmensa –de más de mil páginas–, dividida en tres volúmenes que publicó con la editorial regiomontana Atrasalante a finales del año pasado.
Así, estos libros forman parte de un proyecto de rescate de literatura hecha por mujeres al que también podría sumarse Víndictas de Páginas de Espuma y la UNAM, que cobra relevancia en una epoca como la actual y en una fecha como la de hoy: el 8M.
¿Por qué es importante una antología como A Golpe de Linterna en estos tiempos y cómo nació la idea de crearla?
A Golpe de Linterna es una antología muy ambiciosa, pues tiene un recorrido de aproximadamente 20 años desde que comencé con la investigación del cuento mexicano hecho por mujeres, y parte de mi trabajo previo, un catálogo de todas las mujeres que encontré desde el siglo 20 hasta ahora, siendo más de 500 mujeres y 900 libros de cuentos, y que apareció publicado por la UANL.
Esa investigación se pregunta ¿por qué estas mujeres no están en el canon literario, por qué no son mencionadas y, por qué aun ahora, no estamos en igualdad de los espacios públicos de la cultura? No hay homenajes, no somos jurados de los premios… ha tenido que haber mucho activismo para empezar a tomar estos espacios.
La antología consta de tres volúmenes: Pioneras que abarca de 1910 a 1950; Insumisas es el segundo compendio que va de 1951 a 1999 y el tercero, Exploradoras, del 2000 al 2018.
¿Cómo fueron elegidos los títulos y qué puede encontrar el lector aquí?
Hay una línea temporal que va del tomo uno al tomo tres, pero sin ser enteramente rigurosa porque lo que también estaba intentando era que las historias y las formas de narrar dialogaran en un grupo de cuentos. Creo que un lector de cuento puede saltar de uno a otro sin ningún problema, porque hay una dinámica propia de estos libros, ya sea que los leas de principio a fin o saltando.
También, quien decida leerla de forma lineal va a ver el cuento, la evolución estructural que ha tenido a lo largo de 100 años, así como las temáticas. Muchos de estos cuentos tienen que ver con las luchas sociales: los movimientos feministas u otros. Eventos de los que estas escritoras tomaron lo que estaba en el aire.
Entre las escritoras que aparecen están Elena Garro, Mónica Lavín, Patricia Laurent Kullick y hasta Amparo Dávila quien, junto a Garro, destacaron en el relato fantástico.
¿Cómo se ve ahora su experimentación formal y los temas que cada una de ellas trataron en sus libros?
Virginia Woolf decía que los temas universales son los masculinizados, mientras que los temas de la mujer son los de labor doméstica, que ha sido el destino social de las mujeres a lo largo de siglos y, obviamente, es de lo que hablan porque es lo que mejor saben. Son los temas de la periferia, esos asuntos que no son de la llamada ‘gran literatura’.
En este libro hay, sí mujeres que hablan desde el ámbito doméstico, pero hay otras que no. Otras desde los movimientos sociales como la Revolución. Así que es un libro que puede ayudar a que lleguemos a esas historias no tan generalizadas y que desconocemos, pero además no lo hacen solamente desde el realismo, sino que lo hacen desde la ciencia ficción, el relato fantástico, detectivesco… crean otros mundos.
Es en el segundo tomo los relatos comienzan a hablar sobre las luchas que han hecho las mujeres por tomar lugares públicos.
¿Cuál es la importancia de la literatura en un plano social que permita la reflexión individual pero, también, colectiva?
Hay que entender que las luchas sociales y en derechos humanos, las mujeres no estamos integradas. Hemos sido un grupo social oprimido y hemos tenido que luchar de manera general, pero también de manera particular, porque las luchas feministas vienen desde finales del siglo 19. Y creo que la literatura también da cuenta de eso, y me parece muy pertinente que en esta antología podamos vernos reflejadas y reflejados, en esas mujeres que estaban planteando una búsqueda de derechos que seguimos planteándonos.
Creo que la antología también es una celebración de la literatura, pero también parte de una justicia social, porque puse el acento en autoras que no fueran de la Ciudad de México, que no escribieran en editoriales grandes y eso no hizo mella en la calidad, porque hay muy buenos autores que solamente no están en los círculos del poder cultural. Esta antología apela no nada más a la periferia de la voz de las mujeres, sino también a esa periferia en la que nos ha dejado el centralismo mexicano.
A LEER:
A Golpe de Linterna
Varias autoras
Compila Liliana Pedroza
Atrasalante, 2020
1,200 pesos
Disponible en: edicionesatrasalante.mx
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