Arte
Por Agencia Reforma
Publicado el viernes, 3 de enero del 2025 a las 04:01
Ciudad de México.- Como todo gran maestro de su arte, Francisco Toledo cultivó un proceso creativo de evolución constante, de pruebas, correcciones y experimentos, que resultó en uno de los cuerpos de obra más representativos de su tiempo.
La exposición Gráfica Toledo 1976-1987, recién inaugurada en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), ofrece una ventana inédita para asomarse a este proceso, con piezas que iluminan las decisiones tomadas por el artista en su trayecto.
Se trata de un grupo de 42 obras, entre litografías, metales y xilografías, que jamás se habían exhibido juntas, realizadas a lo largo de poco más de una década, y que recién fueron integradas a la colección Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel ¡lvarez Bravo A.C.
Así, a cinco años de su fallecimiento, Toledo (1940-2019) continúa revelando las claves de uno de los periodos definitorios de la dimensión gráfica de su obra, una faceta tan rica como su trabajo en la pintura o como fundador de instituciones culturales.
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Son piezas que reflejan una evolución del trabajo del maestro, así como la experimentación e investigación que realizó durante esos años”, expuso Jou Morales, coordinador de exposiciones del IAGO, en un comunicado sobre la muestra. “Por ejemplo, se exhibe una serie que muestra cómo borraba, intervenía, hacía rayones, manejaba los colores; cada obra de esa serie es única y diferente a la anterior, a pesar de utilizar la misma placa”, abundó.
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