Ciudad de México.- Vicente Herrera busca a cuatro miembros de su familia, quienes desaparecieron luego de que el martes el huracán “Otis” hundiera el yate del que era capitán y éstos saltaran al mar para intentar salvar sus vidas.

Ese día, Vicente fue a cenar a Acapulco con su esposa María Hilaria Delgado Valdovinos, el nieto de María de tres años, Luis Alberto, y sus hijos Sebastián Herrera y Marcelino Herrera, habitantes de la Colonia Fuerza Aérea, en Pie de la Cuesta.

La familia terminó de convivir en un restaurante y se dirigió al yate, a pesar de que Vicente no estaba de acuerdo con que todos se quedaran con él.

“Cuando mi cuñado empezó a ver que ya empezaba el desastre, el aire, él desancló el barco y se tiró mar adentro”, contó el viernes el hermano de María, Sabad Delgado Valdovinos.

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En otras ocasiones que también se habían quedado atorados en el muelle por las fuertes lluvias, Vicente y su familia ya habían tomado la misma decisión de tirarse al mar, pero nunca les había pasado nada.

“Esta vez al parecer, lo que me contó mi cuñado, es que se fueron mar adentro y los arropó una ola. Le hundió el barco”, narró Sabad sentado en una silla de plástico en el corredor exterior de la casa de su hermana.

Vicente, detalló, ya no los pudo rescatar, le lanzó un salvavidas a Sebastián y le dijo que no lo soltara. Su hijo se lo colocó, pero le gritó a su papá: “mi mami, mi mami linda, sácala”.

El capitán agarró del cabello a María mientras él luchaba contra el mar, “pero le vino otro oleaje y se la arrebató de la mano. Ya no salió mi hermana”, explicó Sabad.

El miércoles en la noche, Vicente llegó a su casa en Pie de la Cuesta “bien golpeado, bien destrozado y pues desgraciadamente no podemos estar en contra de él, pues él quiso salvar a la familia, pero no pudo. Él salió como pudo”.

Al día siguiente, familiares de las víctimas regresaron al Malecón para buscar a los cuatro desaparecidos.

Tras experimentar dificultades para movilizarse por la falta de gasolina, algunas personas les donaron combustible.

“Nos comentaron que hay varios refugiados ahí en la Roqueta y ahorita le hablaron por teléfono a mi cuñado que fuera por gasolina, que le iba a regalar 40 litros, aquí en Coyuca (de Benítez)”, compartió Sabad ayer.

Ese jueves, vecinos de Sabad le avisaron que aparecieron dos personas en la playa, antes de la Barra de Coyuca, presuntamente una mujer y un niño que estaban abrazados. Sin embargo, lamentó, no eran sus familiares, se trataba de dos hombres.

Otra de las hijas de María asistió la mañana del viernes al Servicio Médico Forense para reconocer unos cuerpos con la esperanza de que fueran sus familiares.

En tanto, Sabad se quedó limpiando la casa de su hermana María porque en caso de encontrarlo muertos: “los vamos a traer aquí a velar o no sé. Va a estar todo sucio”.