Estados Unidos.- Donald Trump regresará a la Casa Blanca tras ser declarado por los medios como el virtual ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que se realizaron este martes, obteniendo victorias en estados clave como Pensilvania, Georgia, Arizona, Nevada… y además, ganar por voto popular a la demócrata Kamala Harris. Pero quienes llevaron al republicano volver a la presidencia no es precisamente el voto más heterogéneo, sino que tiene un perfil muy definido.

¿Por qué ganó Trump?
Trump habría ganado por dos factores: por lo económico, por el bolsillo… y en segundo plano, por su discurso ultraderechista reforzado en su base elctoral. Varias encuestas de salida tanto de CNN como de MSNBC mostraban que cerca del 70% de los votantes estaban inconformes con el rumbo económico de Estados Unidos. Aunque la principal preocupación de los estadunidenses fue la democracia (35%), el segundo mayor problema fue la economía (31%).

¿Pero por qué? En la administración de Joe Biden, la economía de Estados Unidos no ha entrado en recesión —incluso ha superado las expectativas de los economistas y de organismos como el FMI—, el empleo no ha parado de crecer, y la inflación está controlada, al punto que la Reserva Federal de Estados Unidos ya bajó sus tasas de interés, decisión que no tomaba desde la pandemia de covid-19… justamente fue por ese último punto: la inflación.

Al iniciar la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022, la inflación en Estados Unidos alcanzó el 9%, algo no visto en los últimos 40 años, desde los tiempos de Ronald Reagan. Ese repunte inflacionario se vio principalmente por la subida de los precios del petróleo que hubo en ese entonces, alcanzó picos de hasta 110 dólares por barril. Los estadunidenses, al ser una sociedad sumamente dependiente del automóvil —y por ende del combustible—, impactó en la distribución de productos… y directamente en el bolsillo de las clases medias suburbanas.

¿En dónde afectó más esa inflación? En los suburbios blancos de clase media y baja… el “voto duro” que atrajo Trump en esta elección. Es decir, hubo una especie de ‘voto de castigo’ al gobierno de Biden por esa inflación de 2022.

En segundo fue por su retórica: Trump ya había amarrado a su base de votantes en los estados más conservadores —como Alabama, Texas, Florida, Arkansas, Oklahoma—, el aborto (14%) y la migración (11%) fueron el tercer y cuatro punto de interés de los estadunidenses. El republicano hizo más eco de su mensaje migratorio entre sus seguidores, con promesas de deportar a todos los indocumentados, e incluso, imponer aranceles a México en caso de no mantener el control en la frontera.

¿Quiénes votaron más por Trump?
Tanto las encuestas de CNN y MSNBC, muestran Trump atrajo más un voto en específico: Un hombre blanco, que vive en los suburbios o en el campo estadunidense, casado y con hijos, religiosamente cristiano, de al menos 50 años de edad, con un ingreso menor a los 50 mil dólares anuales, y que le afectó la inflación de 2022. Pero vayamos dividiendo todo en secciones.

Por género: Trump obtuvo la mayoría de los votos masculinos (55%), mientras que las mujeres votaron más por Kamala Harris, casi por igual (54%), principalmente por el tema del aborto y su respectiva restricción en algunos estados dominados por republicanos.
Por edad: Trump ganó principalmente en las personas que están entre los 45 y 60 años (53%), en todos sectores jóvenes lo gana Kamala Harris… pero en los mayores de 60 años, que ahí es casi un empate con Trump (50% a 49%). Hay una brecha generacional de votantes.
Por raza: Trump ‘conquistó’ a los blancos (55%), en todos los demás —los afroamericanos (86%), los latinos (53%) y los asiáticos (56%)— los ganó Kamala Harris. El voto demócrata se consolida como heterogéneo.
Por estado civil: Si eres de la comunidad LGBT+ (86%) o legamente soltero (56%), tu voto iba a Kamala Harris; si eres casado (55%) y con hijos (51%), tu voto fue hacia Trump.
Por religión: Si eres cristiano —ya sea protestante (62%) o católico (56%)—, tuviste más probabilidad de votar por Trump. Si eres judío (79%), ateo/agnóstico (72%) o crees en alguna otra religión (60%), votaste por Kamala Harris.
Por ingreso: El ingreso promedio para ser de clase media es de aproximadamente 80 mil dólares anuales. Aunque fue mucho más pareja la distribución del voto en las clases medias, quienes ganan menos de 100 mil dólares son los que votaron por Trump (49% vs. 48%); en cambio, quienes superan esa cifra, votaron más hacia Kamala Harris (53% vs. 45%).
Por educación: No había sorpresas: Entre más educación tengas, vas a votar por los demócratas (57%); si solo llegaste hasta el bachillerato, tu voto es más a Trump (54%)

Aunque Trump se ganó el voto blanco, hay otro sector en los que habría ganado votos: en los hombres latinos (54%) a nivel general; pero que, en edades, está dentro del mismo rango de los votantes del republicano, de entre 45 y 60 años. Eso rompe, en parte, el discurso de Trump en la hostilidad contra los latinos en torno a la migración.

En sectores más específicos, Trump obtuvo el voto masculino en todas las edades —30-45 años (51%), 45-60 años (59%) y mayores de 60 años (54%)—, excepto en los jóvenes (47% vs. 49%); entre las mujeres, arrasó Harris. Es decir, también hubo una elección de género. Una tendencia que se ha visto en los últimos años en varios países del mundo, en que los hombres se vuelven más conservadores y las mujeres más progresistas.

¿Entonces, el voto de Trump fue victoria para los ‘valores tradicionales’?
Al menos, dentro de los valores tradicionales estadunidenses, sí.

Muchos de los encuestados que votaron por Trump creyeron que Estados Unidos estaba mejor en el pasado (66%) que ahora y en el futuro. Aunque gran parte de los votantes de Trump, suelen ser más moderados ideológicamente, tienen familias con hijos, ingresos en el rango de la clase media, y relativamente religiosos. Es decir, que aún existen en ciertas zonas de Estados Unidos ese ‘estereotipo’ del sueño americano de tener una casa familiar en los suburbios. El voto de Kamala Harris entraba en el margen del, para muchos, criticado nuevo modelo familiar: multiétnico, progresista, sin ser cristiano, de familia homoparental, meramente urbano, y de buenos ingresos.

La duda será, en las próximas décadas, si el voto en Estados Unidos se sigue segregando aún más por género, raza, religión e ingresos… y sobre todo, si Estados Unidos seguirá manteniendo ese modelo de ‘sueño americano’ de familia blanca tradicional suburbana.

 

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