El jueves anterior el Congreso del Estado aprobó el Presupuesto de Egresos 2025 para Coahuila. Histórico, podrían decir algunos, aunque todos los años lo es en realidad pues nunca decrece sino que cada ejercicio es mayor al anterior y por tanto el más alto de la historia contemporánea.

Se trata de 71 mil 867 millones de pesos a repartir. Ni es mucho ni es poco pero nunca suficiente. Es lo que es. En 2024 fue de 68 mil 429 millones, para dimensionar.

En él destaca un aumento para la Fiscalía General de Justicia, que pasará de mil 193 millones en 2024, a mil 331 millones el próximo ciclo, y para la Secretaría de Seguridad Pública, quien avanza de dos mil 361 millones a dos mil 569.

Entre los dos entes reportan 346 millones de pesos más, con lo cual no hace falta ser una lumbrera para saber que la prioridad estatal es mantener el modelo reactivo de seguridad y procuración de justicia ante casos mediáticos y delitos de alto impacto, en donde son protagonistas ambos órganos.

Educación, por su parte, subirá de 24 mil 206 millones de pesos en 2024, a 26 mil 425 para el 2025. Dos mil 220 millones más, que no significan poca cosa. No se trata sólo de jubilaciones adicionales a solventar con ese aumento, sino de una apuesta estratégica: con el camino despejado de resabios del pasado el primer año del sexenio (entiéndase la inhabilitación y neutralización de la estructura magisterial de Carlos Ariel Moreira), y más dinero para el segundo periodo, los Garza Fishburn serán puestos a prueba como familia de educadores-evangelizadores de salvajes, más allá de su coto hippie-‘buenaondita’. La atención se centrará entonces en los resultados a corto y mediano plazo, y ver si dan el ancho ya que -parafraseando el dicho ranchero- “con agua, dinero y tractor, cualquier pendejo es agricultor”, y ellos reciben el 37% del presupuesto total.

Cosa curiosa: el ICAI recibirá todavía 38 millones 801 mil pesos en 2025 pese a que ya fue extinta por decreto su nave nodriza: el INAI, y a que, en su funcionamiento interno, existe sólo una comisionada en funciones.

Dicho de otra forma: ejercerá exactamente la misma cifra que dispuso en 2024 pese a que entonces tenía todavía tres comisionados en nómina (los mejor pagados del organigrama, sobra decir), y no había reformas políticas en el horizonte, tendientes a desaparecer órganos autónomos.

Existe, por tanto, incongruencia y desfase.

Hay, además, puntos débiles en el presupuesto anual. La Secretaría de Vinculación Ciudadana, Proyectos de Innovación Social e Inversión Público Productiva nació muerta, pues dispondrá sólo 16 millones 388 mil pesos para todo 2025, siendo que durante 2024 ejerció 9.4 millones en los cuatro meses a partir de su creación. Tarda uno más en pronunciar el nombre de la dependencia, que sus recursos en desaparecer.

A Fiscalización y Rendición de Cuentas le redujeron 4 millones, y la misma cantidad a la Fiscalía Especializada en Delitos por Hechos de Corrupción; asimismo 3.5 millones a Infraestructura Física Educativa, 2.4 a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, o un millón de pesos al Instituto Coahuilense de la Juventud, por mencionar los ‘perdedores’ destacados.

A Infraestructura, en cambio, asignaron 43 millones de pesos más, lo cual no es significativo para la magnitud de la Secretaría; tampoco los 28 millones extras a Inclusión y Desarrollo Social por la misma razón, ni los 25 millones al DIF Estatal, o los 14 millones más a Cultura, 13 a la Secretaría del Trabajo, idéntico número al Instituto Estatal del Deporte, y 6 adicionales a Medio Ambiente.

Quizá sí tengan impacto, por el contrario, los 40 millones de más para Turismo y Pueblos Mágicos, ya que pasará de 109 a 149 de un ciclo a otro, o los 27 millones a Desarrollo Rural, 25 para el Conalep, 11 millones para la Comisión Estatal de Vivienda, y 6 para la Pronnif.

Desarrollo Regional de la Laguna, y la Secretaría de las Mujeres, sobrevivirán con lo básico, y las secretarías de Economía, y Vivienda y Ordenamiento Territorial, crecerán lo mínimo, por debajo de la inflación (al Tribunal Electoral y al de Justicia Administrativa sí les respetaron este concepto).

Existe una continuidad en el presupuesto del Poder Legislativo (Congreso y Auditoría) y del Poder Judicial, pese a que, en este último, las jubilaciones anticipadas motivadas por la controvertida reforma supondrán una carga inmediata para el sistema de pensiones.

Entre lo extraordinario de 2025 sobresalen, por ejemplo, dos nuevos partidos políticos locales a financiar con prerrogativas, y elecciones judiciales a organizar sobre las rodillas.

Y si bien la deuda pública amortizará el capital en 2025 como no había sucedido los últimos 15 años, el fenómeno oculta que se van 58 cuestionables millones de pesos en “gastos” (accesorios financieros producto de renegociar créditos) cuando en 2024 por el mismo concepto fueron sólo 14 millones.

Cortita y al pie

Por lo demás, entre las 683 páginas que componen el documento de Presupuesto de Egresos 2025 hay un indicio interesante: la disminución al 50% del presupuesto anual a la Secretaría de Salud, al pasar de mil 186 millones de pesos ejercidos en 2024, a 597 millones en 2025; y los 120 millones de pesos recortados a Servicios de Salud de Coahuila, quien bajará de tres mil 404 millones a tres mil 284.

La variación evidencia que, en el transcurso del próximo año (o en días venideros incluso), será entregado el sistema de salud estatal al Gobierno Federal en el esquema IMSS Bienestar, pese a que todavía deshojan la margarita púbicamente, retardando la decisión.

La última y nos vamos

Feliz Navidad: la Academia Interplanetaria de Arteaga (Interamericana de Derechos Humanos, solapada por la UAdeC) se llevará, nada más porque sí, 6.6 millones de pesos adicionales a su presupuesto en 2025.

Llegó Santa Claus anticipadamente, pero no para todos.