Saltillo, Coah.- El Obispo Hilario González García convocó a los feligreses a abrir la puerta a la esperanza, paz, la indulgencia, la reconciliación y el perdón, a sanar heridas y tener amor propio para vivir en plenitud.

“ Que abramos la puerta de nuestro corazón a la reconciliación y a la paz, que en nuestro corazón, en nuestras familias y en nuestras comunidades podamos hacer tres cosas. Una, yo creo que todos tenemos una relación interpersonal herida, por una ofensa, por un maltrato, por una infidelidad, por algo que nos dolió o algo que hicimos descuidadamente”.

Todos, indicó, tenemos alguna herida en alguna relación interpersonal, en la escuela, en el trabajo, y esto lo debemos sanar mediante el perdón y la reconciliación. Quien tiene paz interior, es más fácil que perdone, aseguró en entrevista

“ Todos tenemos relaciones que se han ido debilitando, que hemos descuidado por la costumbre, la rutina, a veces con familiares, a veces entre los esposos, a veces papás e hijos”.

“ Nos hemos metido en tantos compromisos y tenemos tantos temas pendientes que hay personas que a lo mejor son nuestros amigos o son cercanos y los hemos distanciado, tal vez no de mala fe, entonces en este año poder fortalecer las relaciones interpersonales que se han debilitado o que han caído así como en la indiferencia”.

Destacó la importancia de construir relaciones sólidas que edifiquen y que estén basadas en el amor; es necesario valorar las relaciones familiares, con los vecinos y la comunidad.

“ Abrir la puerta a la reconciliación y a la paz en este año en todos los aspectos, con uno mismo, con los demás, con Dios y con la Creación. Ser peregrinos de la esperanza, trabajar la virtud de la esperanza. Muchas veces nos quedamos en el plano humano, esperamos de acuerdo a nuestras capacidades, a nuestras limitaciones que tenemos y cuando ya no podemos, aventamos todo por un tubo”.

Lamentó que la violencia, el desprecio y la voracidad por acumular bienes materiales lesionen las relaciones interpersonales, al tiempo que la esperanza parece desvanecerse.

“ ¿Cuál es la mejor receta para salir de la depresión, para encauzar nuestras fuerzas de la mejor manera? Ayudar al otro, ayudar al otro, servir, la caridad, la misericordia, la compasión es la mejor manera en que uno se desarrolla en todos los aspectos de la vida”.

“ Quien nada más está preocupado por sí mismo, quien nada más está preocupado por sí mismo, encerrado en sí mismo, lo que me falta, lo que no tengo y lo que el otro tiene, la envidia y todo eso, nos seca, nos marchita”.

Durante estas reuniones navideñas, el Obispo sugirió dejar de lado los celulares y las tabletas, para abrir el corazón, escuchar y dialogar dentro de la familia para reconciliarse y perdonarse.