Ciudad de México.- México es un país donde conviven diversos cultos y religiones, pero lo que más predomina es la religión católica y con ella hay diversas celebraciones muy famosas en todo el país, como las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe. Pero ¿por qué se hacen peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe? Te contamos todo sobre esta gran tradición que mueve a millones de personas.

¿Por qué se hacen peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe?
Las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe representan una de las expresiones más emblemáticas del folklor y la espiritualidad mexicana. Estas manifestaciones están profundamente arraigadas en la historia y el sincretismo cultural que definen a México, combinando elementos de la fe católica con tradiciones indígenas.

La devoción a la Virgen de Guadalupe surgió en el siglo XVI, tras la aparición mariana en el cerro del Tepeyac en 1531, donde según la tradición, la Virgen se mostró al indígena Juan Diego y le pidió construir un templo en su honor.

Cada año, millones de personas se trasladan a la Basílica como un acto de fe, gratitud y penitencia. Estas peregrinaciones no solo son un ejercicio religioso, sino también una celebración comunitaria cargada de simbolismos.

Los peregrinos, provenientes de todos los rincones del país, llevan ofrendas, rezan y cantan, muchas veces vistiendo trajes típicos que representan sus regiones, mezclando la religiosidad con las tradiciones culturales. La fecha más importante es el 12 de diciembre, día en que se conmemora a la Virgen de Guadalupe, considerada un símbolo de identidad nacional y espiritual para México.

Además, las peregrinaciones son un recordatorio del poder unificador de la fe guadalupana, que trasciende barreras sociales y étnicas. Este fenómeno no solo refleja una práctica religiosa, sino que fortalece el sentido de pertenencia y comunidad entre quienes participan.

La Virgen de Guadalupe no es solo una figura espiritual, sino un emblema cultural que conecta el pasado prehispánico con la fe cristiana y el México contemporáneo.

¿Cuál es la historia de la Virgen de Guadalupe?

La historia de la Virgen de Guadalupe está profundamente enraizada en la tradición oral y en los textos históricos que relatan su aparición en el cerro del Tepeyac en 1531, pocos años después de la conquista de México.

Según esta narrativa, Juan Diego, un hombre indígena de origen chichimeca convertido al cristianismo, caminaba hacia Tlatelolco para asistir a misa cuando la Virgen María se le apareció en forma de una mujer mestiza. Ella le pidió que fuera con el obispo Fray Juan de Zumárraga para transmitirle su deseo de que se construyera un templo en su honor en ese lugar.

El obispo, al principio escéptico, pidió una señal que confirmara la veracidad del mensaje. En una segunda aparición, la Virgen le indicó a Juan Diego que reconocía flores en el cerro, algo inusual dado que era invierno y la vegetación escaseaba.

A pesar de ello, encontró rosas de Castilla, flores que no eran nativas de la región. Juan Diego llevó las rosas envueltas en su tilma (manto) al obispo, y al abrirla, apareció impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe, marcando el milagro que consolidó su veneración.

La Virgen de Guadalupe se convirtió rápidamente en un símbolo de esperanza y unidad para los indígenas, quienes la reconocieron como una figura cercana debido a su apariencia mestiza ya la incorporación de elementos culturales prehispánicos en su iconografía.

Su imagen, con rasgos que mezclan lo europeo y lo indígena, simboliza el sincretismo que surgió tras la conquista.

A lo largo de los siglos, la Virgen de Guadalupe ha trascendido su origen religioso para convertirse en un emblema nacional y cultural, uniendo a los mexicanos en momentos de adversidad y celebración. Su santuario en la Basílica de Guadalupe es uno de los más visitados del mundo, consolidándola como una figura central en la identidad mexicana.