Ciudad de México.- Todo veneno tiene su antídoto, todo héroe tiene su némesis. En la Fórmula 1 parece que el único piloto que puede pelear y vencer hoy en día con Max Verstappen es Oscar Piastri, y viceversa, porque, tal vez, el mayor escollo para que el australiano pueda convertirse en campeón del mundo sea el neerlandés de Red Bull.

El 20 de abril quedará en la historia como el primer día que Piastri se puso como líder Campeonato de Pilotos de la F1, así como también el primer día que Oscar provoca la ira de Max Verstappen por un incidente de carrera que, a la postre, significó el triunfo en el Gran Premio de Arabia.

Piastri y Verstappen son polos opuestos, personajes únicos en la parrilla que 2025 y llamados a ser los máximos favoritos al título.

Oscar Piastri era, hasta ayer, el piloto que acompañaba a Lando Norris en McLaren, cuando se suponía que el inglés era el señalado para ganar nuevamente el título de pilotos para la escudería de Woking.

Pero en Jeddah, Piastri llegó a tres victorias en cinco Grandes Premios que se han celebrado en la temporada y Norris, por su parte, ha cometido, al menos, tres errores que lo han marginado del triunfo.

McLaren tiene en 2025 el mejor auto de la parrilla de la F1. El MCL39 supera, por mucho, a los Ferrari, Mercedes y Red Bull, pero sólo uno de sus pilotos, en este caso Piastri, ha aprovechado cabalmente la superioridad del monoplaza.

 

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Malas noticias para Verstappen, que su principal rival es Piastri y no Norris

Para Max Verstappen, el hecho de que el hombre fuerte de McLaren sea Oscar Piastri o que, eventualmente, el equipo apueste por Piastri es una mala noticia.

Piastri es un tipo frío, calculador, que maneja duro, sin concesiones, pero que no se ofusca. Pareciera que el joven que acaba de cumplir 24 años fuera un monje o un jedi, un personaje que no se inmuta ante las situaciones que puedan complicarlo en la pista.

Escuchar a Piastri en el radio, es como tener en el oído al locutor de una estación de Jazz, su tono no varía, su volumen no se dispara. Sarcástico y analítico no utiliza más músculos faciales para festejar un triunfo que los que movería para dar los buenos días en la recepción de un hotel.

Un piloto así, imperturbable es un enemigo a la altura para un intimidador como Max Verstappen. El neerlandés suele destruir mentalmente a sus rivales y coequiperos.

Max vocifera y utilizar lenguaje soez en el radio, exhibe sus emociones, pero ellas no lo afectan en su manejo, al contrario, un Verstappen enojado o molesto es más rápido que uno que está en calma.

Tanto Piastri como Verstappen saben conducir impulsados por su estado de ánimo. Ambos son agresivos y los dos son difíciles de achicar por otro, no se arredran, sólo que lo hacen desde lados opuestos del espectro.

La agresividad de Verstappen es total, mientras que Piastri no sacrifica velocidad ni cede espacios en la pista, a pesar de que sus pulsaciones están bajas y su calma es notoria.

Max Verstappen ha superado mentalmente a Lando Norris una y otra vez. En 2024, Norris tuvo el mejor auto de la parrilla y la posición para haber sido campeón, pero en los duelos rueda a rueda se dobló frente a Mad Max, y casi casi, la presencia de su Red Bull en los espejos lo hacía palidecer.

En 2025, Norris ha cometido errores en las calificaciones de la Sprint de China y los Grandes Premios de Bahrein y Arabia Saudita. Errores no forzados, se diría en la jerga del tenis, situaciones donde tienes todo para ganar y la presión te hace estrellar la pelota en la red.

Norris es tan o más rápido que Piastri, pero mentalmente parece estar muy abajo.

 

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Piastri ya ha dado muestras de poder lidiar con Max

El nacido en Melbourne el 6 de abril de 2001 ya ha mostrado que puede rebasar a Verstappen sin necesidad de enredarse en un incidente y también que puede “provocar” el error del tetracampeón del mundo.

Recordemos el primer GP de la temporada en Australia, ahí, Piastri fue víctima de Max en la largada y perdió el segundo lugar, pero sin desesperarse y apoyado en el mejor monoplaza de la categoría, forzó a Verstappen a irse largo en la frenada de la penúltima curva en la vuelta 17 y recuperó el subliderato de la carrera.

Algo similar pasó en la Sprint de China, donde, calladito cazó a Verstappen para quedar segundo detrás de Lewis Hamilton.

La muestra más reciente es la arrancada en el Gran Premio de Arabia Saudita. Oscar Piastri hizo varias cosas bien. Primero tuvo un mejor tiempo de reacción al semáforo que el que tuvo Max.

Con base en la ventaja de tracción inicial, Piastri llegó ligeramente adelante a la curva 1, que es a la derecha y en la dos no se achicó y se tiró muy profundo en la frenada.

El australiano no dejó un centímetro de pista Verstappen, quien tuvo que salirse del trazado de Jeddah y se reintegró demasiado adelante.

Esa maniobra en la que Max sobrereaccionó y donde quizás si hubiera seguido rueda a rueda con Piastri no habría sido sancionado con cinco segundos, definió el resultado del GP de Arabia Saudita para el lado del piloto de McLaren.

Nadie puede decir con exactitud qué habría pasado si Verstappen hubiera optado por regresar la posición a Piastri y evitarse la sanción, lo que sí quedó claro es que Oscar no se deja amedrentar por el temible Max y es un rival a la altura.

Después del GP, Verstappen no quiso hablar del incidente, estaba visiblemente molesto, mientras que Piastri analizó el momento de la largada como un ajustador de seguros, sin subjetividad ni exabruptos.

“Oscar es muy sólido y calmado, eso lo hace muy bueno”, dijo Verstappen en la conferencia y de hecho fue una de las pocas declaraciones que salieron de su boca.

McLaren tiene el mejor auto, pero hay que conducirlo

Hoy por hoy, el único piloto que puede hacerle frente a los McLaren es Max Verstappen y lo hace en un auto muy inferior.

El RB21 desarrollado en Milton Keynes es una caprichosa pieza de ingeniería que puede ser competitiva en Japón y un desastre en Bahrain, así como puede estar muy distante el viernes en Jeddah y el sábado darle a Verstappen la herramienta para disputar y ganar un pole position.

Cualquier otro piloto de la parrilla sufriría para entrar a un Top 5 con el auto de Red Bull, mientras que Verstappen lo ha hecho ganar y subir al podio.

Como muestra basta recordar los aprietos de Sergio ‘Checo’ Pérez para meterse a la Q3 en 2024 y que se le criticaba mucho por entrar a los puntos con muchas dificultades. Hoy, todavía fresco el fracaso de Liam Lawson al sustituir al mexicano y se celebra que Yuki Tsunoda ha podido un par de veces meterse al Top 10 en las Qualys.

Todo lo contrario pasa con McLaren. Sin los errores de sus pilotos, que son encabezados por Norris, el MCL39 ha tenido el potencial para hacer el 1-2 en cada una de las cinco carreras de 2025.

Piastri también se equivoca, como todos, le pasó en Australia, en condiciones en que todos los pilotos perdieron el auto en la lluvia de alguna manera, pero que al local le costó el podio.

De ahí en adelante, Oscar ha sido mucho mejor que Norris y de forma orgánica y natural se ha colocado como piloto uno de McLaren: con puntos y resultados, nada más.

Tener el mejor monoplaza ayuda a quien quiere ser campeón, pero implica la responsabilidad de llevarlo al lugar donde debe estar. Los coches de F1 no se manejan solos, los pilotos son la “parte” más importante de la maquinaria.

Si hoy el campeonato de pilotos de F1 está vivo y no está decidido es gracias a Verstappen, pero si McLaren dependiera de Norris, se tendría que poner como gran favorito al neerlandés.

El problema de Max es que el piloto a vencer es Oscar Piastri, un jugador de póker a quien no se le puede leer la jugada en la cara, que no se ofusca, que le va a pelear sin inmutarse.