El próximo domingo es uno de los días más importantes para nuestra democracia moderna. Sí, esa democracia tan cuestionada en el pasado, que ha ido poco a poco modernizándose y perfeccionándose, que en los últimos treinta años ha dado pasos muy importantes para volverse más confiable y que ha dado a este país gobiernos de todas las corrientes políticas.

Esa democracia que ha dado paz social y credibilidad a nuestros procesos y a nuestras decisiones, esa paz social que hace que hoy nuestro país sea respetado a nivel internacional, al menos en ese rubro. Esa democracia que dista mucho de ser perfecta, que tiene todavía muchas aristas y muchas áreas de oportunidad, nuestra democracia que ha crecido con nosotros y que como buena adolescente todavía se revela ante algunas circunstancias y nos da dolores de cabeza, que le falta madurar, pero que promete mucho en el futuro cercano .. o tal vez no.

Hoy más que nunca desde que el proceso de modernización de nuestra democracia está en marcha, es atacada y cuestionada, hoy más que nunca el gobierno en el poder busca concentrar todas las decisiones y hacer de su voluntad la única voluntad para los mexicanos, de su punto de vista el único punto de vista correcto para la ciudadanía, de su verdad, la única verdad.

Al gobierno en el poder, nuestra democracia le duele, le estorba, le enfada; porque es la democracia justamente la que permite a otras y a otros expresarse de manera legítima y exigir ser tomadas y tomados en cuenta. Es por eso que la ataca ferozmente, vuelve a las instituciones que la promueven en enemigos del pueblo, en deshonestos funcionarios que solo buscan sus propios intereses o, peor aún, que buscan apoyar a sus adversarios políticos, a esos que tanto le hacen daño a los mexicanos, a esos que solo buscan el poder por el poder y que nada tienen que ver con la visión absolutista, pero verdadera de quien hoy está al frente de las decisiones, a quienes según ellos las instituciones apoyan para que puedan regresar al poder y seguir cometiendo sus atrocidades.

La realidad es que solamente está en nosotros generar el balance que cualquier democracia necesita para funcionar de manera genuina. Concentrar tanto poder en una sola corriente política, o peor aún, en

una sola persona, siempre ha sido un peligro para las sociedades, la historia ha sido muy clara en ese sentido. Hoy en México, se da esa circunstancia y se quiere perpetuar esa circunstancia.

Por eso salgamos a votar, nuestro congreso requiere de esas voces que nos den equilibrio, es indispensable escuchar todos los puntos de vista, discutirlos, analizarlos, pelearlos para llegar a acuerdos. Pero para que eso suceda, todas las voces deben de estar representadas.

Es mentira que una sola corriente ideológica congregue todos los puntos de vista de un país tan diverso, tan rico y tan contrastante como el nuestro, debemos promover ese equilibrio, debemos exigir ese equilibrio. La única manera que tenemos de hacerlo, es votando.

Por eso este 6 de junio sal a votar, en esta que es la elección más grande en la historia de nuestro país, en la que se elige al mayor número de puestos de elección popular en cada estado, en donde nos jugamos tener un congreso que verdaderamente nos represente y sirva de equilibrio a un poder ejecutivo que ha sido una verdadera aplanadora en la toma de decisiones, en esta elección, sal y vota, para que genuinamente esa voz que nos representará, sea tu voz y no la de alguien más.