Los pepinos de mar café son animales sedentarios pertenecientes al grupo de los equinodermos, es decir, son familia de los erizos y las estrellas de mar; habitan en fondos rocosos y arenosos en las cálidas aguas del océano Atlántico, incluyendo el mar Caribe, el golfo de México y las costas de Florida y Bermudas, extendiéndose hasta Brasil.
Sin embargo, un reciente análisis científico elaborado por el centro, reveló una alarmante disminución en la población del pepino de mar café en la península de Yucatán. Su población ha sufrido un drástico descenso debido a la sobreexplotación legal y una intensa pesca ilegal posterior a la implementación de su veda, ya que es procesado y exportado, principalmente, a Asia, donde se le atribuyen supuestos beneficios para la salud.
El estudio del Centro para la Diversidad Biológica, arrojó que en la Península de Yucatán, además de la histórica pesca legal de esta especie, la pesca ilegal que no está declarada y no reglamentada ha devastado sus poblaciones, excediendo las cuotas oficiales en más del 66%.
De acuerdo con la organización, entre 2011 y 2018, se capturaron ilegalmente 9 mil 708 toneladas de pepinos de mar café, con un valor estimado de 34 millones de dólares; por lo que dicha explotación descontrolada llevó a la especie a una reducción crítica, “quedando apenas un 10% de su biomasa original, según datos del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables”
Los pepinos de mar café pueden crecer hasta alcanzar el tamaño de un pie humano y se caracterizan por su piel fibrosa y rugosa, decorada con manchas de color marrón oscuro que recuerdan a las chispas de chocolate. Poseen un mecanismo de defensa único, ya que expulsan sus órganos internos para distraer a los depredadores. Además, desempeñan un papel esencial en los ecosistemas marinos al filtrar y reciclar nutrientes del fondo oceánico.
La solicitud del Centro busca la inclusión inmediata del pepino de mar de chocolate en la lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría de “Amenazada”. De aprobarse, esta medida permitiría monitorear su población, desarrollar planes de manejo más efectivos y aplicar regulaciones enfocadas en su conservación, evitando así un mayor deterioro de la especie.
“ La política opaca de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que limita la presentación de propuestas para proteger especies en peligro a períodos específicos, ha generado retrasos significativos en el pasado, con algunos solicitantes esperando hasta diez años para que sus propuestas sean consideradas. Ante la urgente necesidad de proteger la población en declive de pepinos de mar, el Centro exhorta a la Semarnat a actuar de manera expedita en este caso”.