El 14 de marzo, el Consejo General del Instituto Electoral de Coahuila, en sesión extraordinaria emitió diversos acuerdos en los que declaró que seis supuestas organizaciones ciudadanas cumplieron con los requisitos establecidos en los artículos 10 y 11 del Reglamento para la Constitución y Registro de Partidos Políticos Locales en el estado de Coahuila de Zaragoza.

Con el anterior acuerdo, el IEC dio luz verde a estas organizaciones aspirantes a convertirse en partidos políticos y tener los recursos económicos que ello representa, para que continúen con el procedimiento de constitución en la entidad, por lo que deberán iniciar por celebrar asambleas de carácter municipal, mismas deberán desarrollar a partir del segundo semestre del 2024, es decir, a partir del mes de julio del año en curso, previo deberán comenzar con el proceso de afiliación de ciudadanas y ciudadanos coahuilenses, lo que podrán hacer con la ayuda de una aplicación móvil que el INE les ha diseñado y que es muy poco confiable.

Los nuevos partidos que se avizoran en el mañana electoral de nuestra entidad, son: Partido Nuevas Ideas, cuyas siglas serán PNI; Partido Democrático de la Mujer, PDM; Movimiento Laborista de Coahuila, con siglas MLC; Partido Cardenista Coahuilense y sus siglas serán PCC; Fuerza Independiente Coahuila, FIC, y México Avante Coahuila, con siglas MAC, todos ellos con domicilio o lugar de gestación la ciudad de Saltillo.

Para quienes sigan considerando que lo ligero de las normas que rigen la constitución de nuevos partidos locales en nuestro estado hasta puede ser benéfico para nuestra democracia, debo mencionarles que quienes aparecen en las solicitudes de registro de estos nuevos partidos son en su mayoría personajes que ya han tenido partidos políticos locales y que por no lograr obtener la votación mínima en su primera elección, perdieron su registro, mas no con eso la oportunidad de gastarse, a discreción, la jugosa prerrogativa de alrededor de 1 millón de pesos mensuales, de la cual jamás rinden cuentas, dada su inmediata desaparición y falta de normas eficaces que les obliguen a hacerlo luego de perder el registro.

A los nombres de estos ciudadanos que ya le saben y sólo aspiran a vivir de formar partidos fugaces, ahora, para sorpresa y temor de todos, se encuentran los de dos exfuncionarios de los estados de Quintana Roo y Morelos, los cuales intentan formar un partido coahuilense, a pesar de que poco gozan de buenos antecedentes en la vida política y pública de sus estados, pero que por desgracia ahora, rara y peligrosamente, se interesan en el nuestro.

Por todo lo anterior, es claro que en nada necesitamos más partidos, y menos a estos que se hicieron prescindibles cuando demostraron que sólo buscan poder y dinero.

Y es que, estos que quieren ser partido otra vez, cuando lo fueron, jamás buscaron cumplir su función y se dedicaron a vivir de las prerrogativas que les ha dado nuestro estado.

Con su conducta nos demostraron que discrecionalmente perdieron la concesión más importante que la ley le otorgaba y que lo es, ser el único canal por el cual se puede acceder a la confianza del ciudadano para entonces sí, aspirar a un puesto de elección popular y que estos ya ni buscan.