En 1989 cuando quebró financieramente la URSS, el presidente Bush padre, exclamó: “un nuevo orden mundial”.
Con eso, veladamente anunciaba que con la caída del bloque comunista, se consolidaba la tendencia a establecer modelos neoliberales en las naciones del mundo, lo mas relevante de ese modelo, es que se alejan las naciones del estatismo, llevando a estados que intervienen menos en la vida económica de sus gobernados, sin embargo, eso sucedió y solo parcialmente, en Europa, porque las naciones europeas han seguido gastando demasiado en la operación de sus gobiernos, la mayoría de las desaparecidas tiranías fascistas socialistas de la cortina de hierro, cambiaron muy positivamente y muchas tuvieron una recuperación envidiable, no fue el caso de Rusia, los feudos heredados por la nomenklatura soviética, limitaron enormemente el desarrollo de esa enorme nación, tal vez, esperando otra oportunidad de alcanzar los sueños hegemónicos de la dictadura. La invasión de Ucrania muestra lo mal que sigue Rusia, sumado al ridículo que han tenido.
Ese nuevo orden que proclamaba Bush, no incluía América Latina, Cuba siguió en el mismo estado improductivo, solo un poco peor, Rusia hizo a un lado su responsabilidad de mantenerlos, y su gobierno refrendó su papel de limosnero de la región, aprovechando la basura socialista en sus políticos, siempre recibe ayuda, a fondo perdido de los gobiernos hispanoamericanos, y a cambio, les exporta militantes socialistas que en algún futuro les causaran daños.
En Venezuela, Nicaragua, con el escapulario del socialismo, hundieron hasta el sótano a las naciones, con el soslayo del gobierno gringo, en Panamá, con el argumento del narcotráfico, que fue eficientemente establecido en esa región con participación de los gobiernos, algo que justificó una intervención en Panamá, algo que pareció más una demostración o ensayo, pues tenia años estados unidos de no tener un enfrentamiento regular, aplastaron al ejército y se llevaron al presidente que ellos habían impuesto, Noriega, preso a Estados Unidos por narcotráfico.
Veladamente se transformó la ciudad de Panamá en un gran centro financiero internacional.
Ahora que Trump vocifera como borracho al final de la sesión, si se le tomara en serio, creeríamos que viene un nuevo orden mundial, ha amenazado a Canadá. A Rusia. A los europeos, a los chinos, y también, lo que, si puede hacer, a Venezuela, a México y demás.
Contra Rusia, sabe que no puede acorralar a un dirigente que vivía de matar gente, que, por su edad, no le debe importar morir, y que cuenta con arsenal nuclear, que, aunque una parte no es operativa, tiene suficientes armas para acabar con lo productivo de Europa y Estados Unidos, tiene solo forma de presionarlo por el lado del dinero
Contra China y Europa, sabe que no tiene suficiente dinero para enfrentarse, estados unidos arrastra un déficit que a una nación normal ya lo hubieran hecho desaparecer.
Cualquier enfrentamiento regular de las fuerzas armadas gringas es demasiado caro, la misma corrupción ha elevado al cielo los precios de cada pieza, y comprometerse en varios lados, haría reducir sus reservas estratégicas de armamento.
Dentro del desastre que amenaza Trump, los latinos disfrutaríamos que limitara sus energías a actuar en Cuba, Venezuela y Nicaragua y con los cárteles mexicanos, eso equivale a pedir de navidad un balón en vez de una motocicleta.
Si lo hace, podríamos empezar a considerar, simpatizar con ese engendro.
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