Continuando con la vida de Óscar Flores Tapia, siendo gobernador del estado, se le consideró el mejor presidente municipal que ha tenido Saltillo y sin serlo, sus nuevas edificaciones hicieron que a Saltillo se le conociera como la Atenas del Norte. Pasaron 17 años de su renuncia, el tiempo hizo madurar a los seres humanos, aliviando desgracias, otorgando valor a sus triunfos, es recuerdo y es olvido, en su discurrir del tiempo, Flores Tapia pudo disfrutar muy pronto el reconocimiento popular a su intensa labor como gobernador del estado. Fue un político singular, ajeno a los cánones y las costumbres, heterodoxo por naturaleza, impredecible en las reacciones de su genio volcánico, impuso a su gobierno un ritmo dinámico que a veces parecía opuesto a la mas elemental sensatez, no había mañana, todo era para hoy y para hoy, su rápida inteligencia de matices brillantes, parecía carecer de lógica, pero acertaba en los fines.
Óscar Flores Tapia fue el personaje mas relevante de la vida coahuilense en la segunda mitad del siglo XX, poeta, novelista, historiador, ensayista literario, periodista y político de excepción, su obra intelectual llega a más de 25 volúmenes editados, pero su obra política y humana rebasa todo antecedente válido. En julio de 2005, en ocasión del séptimo aniversario de su fallecimiento, se le rindió homenaje por sus acciones y obras, tanto en la política como en la literatura dejó una honda huella que al paso de los años se convirtió en ejemplo y leyenda. Se develó una estatua con su figura, elaborada en bronce, en la explanada del teatro de la ciudad Fernando Soler, una de sus grandes obras; la estatua de Flores Tapia, con la mirada hacia el Cerro del Pueblo, su querido barrio.
También se inauguró el Centro de las Letras Óscar Flores Tapia, que cuenta con cientos de libros, escritos y ensayos que fueran de su propiedad. En este recinto yace la biblioteca, un acervo bibliográfico de más de 7 mil volúmenes con temas generales, pero con especialidad en literatura, historia y ciencias políticas. Dispone de un auditorio para 70 personas. Óscar Flores Tapia fue prepotente con los poderosos y “generoso y humilde con los pobres”. Fue autodidacta, pero con una gran visión y una pasión: Coahuila, su Saltillo de sus sueños y sus amores. Durante su gobierno cristalizaron en Piedras Negras el auditorio municipal Santiago V. González, la unidad deportiva del mismo nombre, la hermosa estatua del Águila de los Fundadores, hoy por hoy, una de las marcas de Piedras Negras y un sinnúmero de obras viales de gran trascendencia. Durante la administración de Humberto Uribe Flores, el cabildo autorizó el retiro de su nombre de una importante vialidad que él construyó, rebautizándola como Dr. Armando Treviño Flores, una gran injusticia que nos dejó como desleales y desagradecidos, contrastando con el homenaje que en vida le rindió Rosendo Villarreal cuando fue alcalde de Saltillo, a pesar de pertenecer a un partido político diferente, lo que deja al descubierto la brillante trayectoria política y obra de Oscar Flores Tapia.
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